En 2019 se intensificó la guerra comercial entre EE.UU. y China
A principios de 2018, las tarifas arancelarias promedio de China a las importaciones provenientes de EE.UU. eran de 8.0%, mientras que las de EE.UU. a las importaciones chinas eran de 3.1%. Hacia el mes de febrero de ese año, el presidente Donald Trump promovió un incremento a las cuotas sobre paneles solares y lavadoras bajo el amparo de la Sección 201. Más tarde, en marzo impulsó un aumento de los aranceles al acero y aluminio, ante lo que China empezó a responder con medidas compensatorias. A lo largo de 2018 y 2019, siguieron intensificándose las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, lo cual provocó una ola de nuevas medidas proteccionistas impuestas por ambos países. Con ello, se incrementaron las tarifas arancelarias, reduciéndose significativamente la diferencia entre ellas. Esto provocó que se registraran caídas drásticas en el volumen de comercio internacional y que la incertidumbre mundial asociada a estos eventos se incrementara significativamente.
La actividad industrial se ha visto afectada por el menor volumen de comercio
Ante el declive del comercio, la actividad industrial se ha visto afectada manteniéndose frágil, propiciando que la economía global continúe desacelerándose. Esto ha fomentado una perspectiva de debilidad para 2020, mientras que para 2019 se estima el menor avance en los últimos 10 años. Frente al menor dinamismo de la actividad económica, la demanda de algunas materias primas se ha reducido. Ello ha provocado que la inflación mundial disminuya y que las expectativas inflacionarias se mantengan acotadas.
Frente a la pérdida de dinamismo económico, se han implementado medidas contra cíclicas
Para revertir esta tendencia, diversos países han empezado a implementar medidas contra cíclicas que consisten en relajar la política monetaria y flexibilizar la fiscal. En el primer caso, varios bancos centrales han adoptado posturas monetarias más acomodaticias, iniciando ciclos de recortes de sus tasas de referencia. Sin embargo, el espacio que tienen disponible es limitado. En promedio, las tasas son 350 pb menores que hace 10 años y el monto acumulado en las hojas de balance de los principales bancos centrales se encuentra en máximos históricos.