Editorial
Semana de corrección para gran parte de los activos financieros en el mundo, en especial los de mayor riesgo: bolsas de valores y monedas de economías emergentes.
Los inversionistas optaron por tomar utilidades ante un coctel de factores negativos como lo fueron el caos geopolítico derivado del golpe de estado en Afganistán, los temores a que la versión delta del Covid-19 vuelva a paralizar la economía global, algunas cifras que hacen pensar que China y EUA están frenando su crecimiento en el tercer trimestre del año y el miedo a que los apoyos monetarios de los bancos centrales vayan reduciéndose.
Sobre este último punto, las minutas de la última reunión de la FED mostraron que la mayoría de los funcionarios consideraron "apropiado" comenzar a reducir el ritmo de las compras de activos este año (tapering).
En la semana, también fue noticia de que el precio del petróleo empieza también a descontar la idea de un freno al crecimiento económico global.
Localmente destaca el reporte del INEGI de su indicador oportuno del IGAE, el cual es una estimación de lo que pudo haber crecido la economía ya en julio, y sorpresivamente anticipa una expansión mensual, lo que implica una buena noticia ante la preocupación existente de una pérdida de dinamismo en el ritmo de recuperación.
El impacto de la variante Delta sobre el crecimiento y la inflación parece que está resultando algo mayor de lo que se esperaba, al menos esa es la interpretación de los inversionistas en activos financieros.
La variante delta ha puesto en alerta a las economías de todo el mundo, frenando una vuelta a la normalidad cuando parecía que las vacunas habían logrado dominar parcialmente al virus.
China fue el primer país en ser golpeado por la pandemia y con ello, sus mercados. Año y medio después, la potencia asiática está siendo también la primera en dar muestras de que la recuperación económica impulsada por las vacunas frente al Covid no será tan rápida ni libre de sobresaltos.
Las recientes cifras económicas sobre producción industrial, ventas al menudeo y confianza del consumidor, tanto en China como en EUA estuvieron por debajo de lo esperado y podrían augurar rebajas en las previsiones de crecimiento del PIB para este 2021, aunque de forma limitada.
Como es una costumbre, los mercados financieros sobre-reaccionan a esta posibilidad, porque la realidad todavía se encuentra lejos de materializarse un posible debilitamiento en la recuperación global.
Por otro lado, las minutas de la reunión de la FED mostraron que la mayoría de los funcionarios consideraron "apropiado" comenzar a reducir el ritmo de las compras de activos este año (tapering). Este mensaje está en línea con lo esperado por el mercado, que considera que la FED podría dar las directrices tan pronto como en su próxima reunión de septiembre.
Implícitamente, también se abre la posibilidad de que la reducción de la compra de bonos inicie en diciembre o principios de 2022. Ahora, toda la atención de los inversionistas estará puesta en el simposio de Jackson Hole que se celebra del 26 al 28 de agosto para obtener más orientación.
Pese a la percepción del mercado de que la FED anuncie pronto que disminuirá su programa de compra de bonos, las dudas sobre la actividad económica tienen ancladas las expectativas sobre cuándo la FED empezará a aumentar su tasa de interés de fondeo, lo que explica que la tasa del bono del tesoro estadounidense a 10 años se mantenga en las últimas cinco sesiones por debajo del 1.25%.
Por su parte, el precio del petróleo ya descuenta la idea de un freno al crecimiento económico global. El crudo registró una semana de descensos, en lo que es ya su mayor racha de caídas desde febrero de 2020, el mes en que se empezó a gestar el duro castigo a la economía por el estallido de la pandemia.
El temor a un menor crecimiento por la variante Delta hace prever menos demanda y reduce los precios a niveles de mayo. También influyó negativamente el aumento inesperado de los inventarios de gasolina en Estados Unidos, en pleno verano, periodo de mayor demanda y consumo de ese combustible.
Localmente destaca el reporte del INEGI de su indicador oportuno del IGAE, el cual es una estimación de lo que pudo haber crecido la economía ya en julio, y sorpresivamente anticipa una expansión de 0.5% mensual, probablemente mayor a la de junio.
Esta es una buena noticia ante la preocupación de que una desaceleración en la actividad económica en EUA en el 3er trimestre y la actual fuerte ola de contagios de COVID puedan obstaculizar la recuperación económica del país.
El peso mexicano se presionó en gran medida por lo que luce inminente, una eventual reducción de estímulos monetarios por parte de la FED. Poco a poco los operadores incorporarán en su escenario y portafolios de inversión el anuncio del tapering. Esto se podría traducir en el corto plazo en caídas adicionales de la moneda mexicana.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
La principal referencia para los mercados financieros globales será el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole.
Adicionalmente, en EUA se publicará revisión del PIB del segundo trimestre; de julio: índice de actividad nacional de la FED de Chicago, ventas de casas usadas y nuevas, órdenes de bienes duraderos e ingreso y gasto personal; de agosto: índice manufacturero de la FED de Richmond y sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan; así como el cambio en inventarios de petróleo.
En Europa, habrá dato de PMI manufacturero, de servicios y compuesto y confianza del consumidor de agosto.
En Alemania, PIB del segundo trimestre e índice de clima de negocios del grupo IFO de agosto. En México, Banxico publica las minutas de su última reunión de política monetaria; será una semana carga de información económica, conoceremos el PIB del segundo trimestre; de julio: tasa de desempleo y balanza comercial; de junio: ventas al menudeo e IGAE y; la inflación de la primera quincena de agosto.
Expectativa para el Tipo de cambio
El evento que monopolizará la atención de los inversionistas será el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole, en particular el discurso que ofrecerá el presidente de la FED, Jerome Powell, el viernes 27 de agosto (9am). El tema que ha permanecido en primera línea para el banco central estadounidense durante meses ha sido el tapering (reducción de su programa de compra mensual de bonos).
Rara vez este simposio ha sido un evento clave para el mercado, aunque en esta ocasión ha cobrado relevancia por la posibilidad y apuestas de que se pudiera dar un anuncio concreto sobre los planes de reducción de estímulos de la FED.
En CIBanco consideramos que no habrá anuncios de cuándo podría iniciar el tapering, pero si podría ofrecer pistas adicionales sobre los futuros pasos. Powell ha sido claro en que los planes de tapering se telegrafiarían con mucha antelación una vez que el Comité de Política Monetaria determinara que se ha hecho un progreso sustancial hacia sus objetivos de doble mandato.
Debido a las opiniones de algunos integrantes del Comité de la necesidad de observar más datos sobre todo de empleo, es muy probable que Jackson Hole no será el lugar donde se reconozca este hecho. En este sentido, estimamos que el anuncio sobre la calendarización del tapering sería cuando más pronto en la reunión de la FED de septiembre próximo.
Por su parte, el tema de la salud económica en China, las preocupaciones sobre el surgimiento de casos de coronavirus por la variante Delta, seguirán influyendo y en su mayoría generando episodios de aversión global al riesgo. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $20.10 y $20.60 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un alza o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 6.90 – 7.15%.