Este próximo jueves 25 de marzo Banco de México celebra su reunión de política monetaria. Existe fuerte división sobre cuál será la decisión que tome respecto a la tasa de fondeo, de si la recorta en otros 25 puntos base o la deja sin cambios en el actual 4.0%.
Conviene recordar que en su anterior encuentro, la de febrero, Banxico reanudó el ciclo de bajadas, esto a pesar que reconoció que la inflación general aumentaría en el corto plazo. Incluso la decisión fue unánime y declaraciones posteriores de algunos integrantes de la junta de gobierno estuvieron encaminadas a decir que habría posibilidades de hasta dos recortes adicionales en lo que resta del 2020, en el contexto de que la debilidad económica se mantiene presente.
Si bien la Junta de Gobierno parece estar menos preocupada por este aumento esperado en la inflación en México, en CIBanco coincidimos con los funcionarios del banco central mexicano de que hay margen para mayores recortes. Sin embargo, el escenario financiero global se ha deteriorado un poco desde ese encuentro de política monetaria de febrero pasado, lo que ha reducido el margen para bajar su tasa de fondeo en el encuentro de esta semana.
En ese entonces, el tipo de cambio se ubicaba alrededor de $20.0 spot. En los últimos días, si bien la presión sobre la moneda se ha reducido un poco, hubo momentos que se acercó a $22.0 y con episodios de volatilidad muy alta. El tema detrás de esta presión es la situación en el mercado global de bonos soberanos. Las tasas de interés de estos instrumentos han subido a niveles pre-pandemia de COVID-19. Por ejemplo, el bono a 10 años del tesoro estadounidense estaba en 1.16% y ahora está en 1.70%; la de México pasó de 5.58% a 6.73%.
Detrás del aumento en las tasas de interés de largo plazo se asuma el sentimiento de los mercados financieros sobre que el ciclo de baja en la tasa de interés de corto plazo puede ser que no sea tan largo como se esperaba hace pocos meses, ante una recuperación económica y repunte en la inflación más alta a la proyectada. Con esto, hoy Banxico cuanta con un menor margen para poder continuar bajando su tasa de fondeo.
Si bien no se ha dado una salida desordenada y abrupta, en las últimas semanas se ha reducido la tenencia de bonos soberanos de México en manos de extranjeros por alrededor de 60 mil millones de pesos. Las apuestas en el mercado de futuros de Chicago están en contra del peso mexicano, con el nivel de contratos más alto en cuatro años.
En este sentido consideramos que habrá un fuerte debate y la decisión final será dividida. Aunque la actual composición de la Junta tiene un marcado sesgo dovish (por lo menos tres integrantes de los cinco), no se puede descartar que la evaluación final de los funcionarios sea que el balance de riesgos para la inflación sigue siendo incierto, pero con un deterioro adicional, orillando a volver a hacer una pausa en su ciclo de bajas de tasas.
Una pausa ahora no implica un cambio en el ciclo de política monetaria de Banxico. En CIBanco consideramos que una próxima baja de la tasa de fondeo se podría dar en la segunda mitad del año y concluir el 2020 en 3.75%, sobre todo cuando comience a ubicarse la tasa de inflación dentro de la meta de la autoridad monetaria. Conviene recordar que durante abril y mayo, la tasa anual de inflación podría registrar niveles por arriba del límite superior del 4.0%.
La reacción del peso mexicano a la decisión de Banxico dependerá de hacia dónde se cargue, si recortan o no la tasa de fondeo. Una baja en la tasa podría intensificar, temporalmente, los episodios de presión sobre la moneda mexicana pero en magnitudes cortas, entre 15-20 centavos y; viceversa.