Cuando nos mencionan Bayer (MI:BAYG), automáticamente pensamos en algún que otro medicamento que alguna vez nos recetó un doctor. Sin embargo, esta megaempresa global de origen alemán, realiza otras actividades menos conocidas a nivel mundial que la química y la farmacéutica, y que le da sentido a los 66.000 millones de dólares ofrecidos para la adquisición de la estadounidense Monsanto.
Lo primero que debemos preguntarnos es si, ¿es casual que la oferta de compra se dé en estos tiempos?
Las ofertas de compra en las industrias se suelen dar en momentos de cambios, crisis y/o incertidumbre. Por lo que no es casualidad que en los últimos años en la industria agrícola se hayan dado toda clase de fusiones y/o adquisiciones. En 2014, Dow Chemical (NYSE:DOW) se fusionó con Du Pont (NYSE:DD), ambas empresas estadounidenses. En Febrero de 2015, Chemchina adquirió la empresa suiza Syngenta (SIX:SYNN); y ahora parecería ser el turno de que la alemana Bayer se sume al grupo de fusiones de mega multinacionales agrícolas.
Sin duda, los bajos precios de los granos de los últimos años, debido al exceso de oferta global sumado a la caída de los ingresos del campo, contribuyen a crear un panorama de crisis e incertidumbre en esta industria que incentivan las fusiones y adquisiciones.
En caso que los reguladores den el visto bueno para que la alemana Bayer finalice la oferta de compra de una de las empresas productoras de semillas más grande del mundo, estaríamos frente al acuerdo de adquisición en efectivo más importante que hasta el momento se ha efectuado. Los 66.000 millones de dólares en efectivo que los directivos de Bayer y Monsanto acordaron por la venta, dejaría en segundo lugar a la compra de Inbev-Anheuser-Busch en 2008 por 60.000 millones de dólares.
La oferta inicial del 10 de Mayo del corriente año fue de 122 dólares por acción, y el acuerdo terminó finalmente concretándose por 128 dólares por acción. El precio de compra ofrecido equivale a un premio del 44% sobre la cotización de Monsanto el día previo a la oferta (usd 89,03). Equivale además, a 16 veces las utilidades proyectadas de Monsanto para el 2017, un múltiplo superior a los 15.5 que Chemchina pagó el año pasado por la suiza Syngenta.
El hecho de que la adquisición sea en efectivo es, sin duda, un valor agregado para los actuales accionistas de Monsanto, que no tienen que preocuparse por la posible desvalorización de las acciones de la empresa fusionada si la venta hubiese sido a través, por ejemplo, del intercambio de acciones (Monsanto por Bayer).
Pero, ¿cómo piensa Bayer afrontar el pago de los 66.000 millones de dólares en efectivo?
De acuerdo con las declaraciones de los directivos de la empresa alemana, Bayer planea hacerse de 19.000 millones de dólares a través de la emisión de bonos convertibles y de nuevas acciones. Además, podría conseguir financiación bancaria por 57.000 millones de dólares. La emisión de bonos convertibles, como de nuevas acciones, podría significar una dilución para los actuales accionistas, si los ingresos de la fusionada compañía “Bayer-Monsanto” no compensan la mayor emisión de acciones. Sin embargo, desde la dirección de Bayer esperan un aumento de los ingresos para el 2017 y esperan que para los próximos 3 años las ganancias por acción rocen los dos dígitos.
En caso que Bayer dé marcha atrás con la adquisición, deberá pagar una multa de 2000 millones de dólares.
Si se observa la reacción del mercado ante la oferta de la multinacional alemana, se podrá apreciar cómo hay claramente una “ganadora” y una “perdedora” en esta operación de compra. La empresa “target”, es decir aquella en venta, es quien en estos tipos de operaciones suele convertirse en “ganadora” y su acción suele apreciarse. El mercado se anticipa al premio que la compradora pagará para hacerse de las acciones de la empresa target. Mientras que la empresa compradora es en general la “perdedora” ya que el mercado se adelanta a la futura descapitalización (posible venta de activos por demanda de los reguladores de competitividad) o dilución de acciones que en el corto plazo pueda existir dada la compra de otra empresa.
En este caso, desde el día de la oferta inicial (10/5/16) la acción de Monsanto se apreció en un 16%. En cambio, la acción de Bayer cayó en un 10%.
En el gráfico siguiente se puede observar claramente la reacción del mercado a la oferta de Bayer.
¿Qué planea Bayer con la adquisición de Monsanto?
Bayer además de ser una de las farmacéuticas más grandes del mundo realiza otras actividades, entre ellas la de producción e investigación de pesticidas, abonos e ingeniería genética.
En este sentido, la compra de Monsanto, una de las mayores productoras de semillas del mundo (con ventas anuales cercanas a 28.000 millones de dólares), generaría sinergias positivas para Bayer.
La empresa alemana estaría buscando complementariedad entre la producción de pesticidas y abonos y la producción agrícola, así como explotar su departamento de ingeniería genética. Esto le permitiría diversificar sus productos y crecer en otros productos como la soja.
Actualmente las actividades desarrolladas por Bayer se dividen de la siguiente manera:
Sin duda, la adquisición de Monsanto intentará aumentar la proporción del “Covestro” y los negocios agrícolas respecto a la hoy establecida.
¿Cómo afecta la compra de Monsanto en la Argentina?
En caso que los reguladores argentinos den luz verde a la operación de compra, Bayer pasaría del 4to al 1er lugar en el mercado local de agroquímicos, representando casi un 24% de la totalidad del mercado.
En el gráfico siguiente se podrá observar la composición del mercado agroquímicos antes y después de las fusiones y adquisiciones que tiñeron la industria de lo granos en los último tiempos.
Se deberá entonces esperar la decisión de los reguladores que deberán definir si la adquisición de Monsanto podría generar un peligro para la libre competencia en la industria agroquímica y generar un daño en los pequeños productores. En caso que la oferta se concrete, se tratará sin dudas de una de las operaciones de compra más grande de los últimos tiempos y sumará a la cadena de adquisiciones y fusiones que consolidaron la industria de los granos de los últimos tiempos