Era de prever que Wall Street no perdiera esta ocasión y acabara la jornada en un nuevo récord histórico. El S&P’s 500, el índice que mejor refleja a Wall Street, lo tenía al alcance, y todo parecía cocinado para que hoy cantara un nuevo récord. Desde la apertura, con Europa al alza pese a los flojos datos del PMI, a Wall Street se le veía con ganas de terminar en récord. El único dato que se publicó antes de la apertura, el de los subsidios de desempleo, reforzaron ese presentimiento: el mercado laboral marcha bien, y eso significa más ingresos, un mayor consumo, un crecimiento más vigoroso y ganancias empresariales más jugosas. Pero además, después de la apertura todos los indicadores resultaron más robustos: el de las ventas de casas de segunda manos, índice de la Fed de Filadelfia y los indicadores líderes. Así las cosas, a Wall Street no le cabía otra cosa que subir más, y por poco que subiera, el S&P’s 500 cantaría un nuevo récord y el Dow 30 volvería a rebasar los 17,000 pts. Así fue.
Al cierre de la sesión, el Dow 30 avanzó un 0.36% para acabar en los 17,039.49 pts. Con ese nivel, el Dow se queda a 100 pts, o un 0.6% de su récord del pasado 16 de julio, los 17,138.20 pts. El Nasdaq 100 ganó un 0.12% y cerró en un nuevo máximo de 14 años, los 4,532.10 pts. El S&P’s 500, finalmente, ascendió un 0.29% y sí pudo celebrar un nuevo récord, los 1,992.37 pts, casi un mes después de que alcanzara el récord anterior el 24 de julio. Es el récord número 28 que se ha establecido este año, y se queda a un pasito de los 2,000 pts, a menos de 8 pts.
Desde un inicio, los inversionistas ignoraron los flojos datos del PMI de China y Europa. Más bien miraron a las noticias de Estados Unidos: los subsidios de desempleo volvieron a caer por debajo de los 300,000; las ventas de casas de segunda mano se elevaron a los 5.15 millones anualizados en julio, el ritmo más elevado desde septiembre de 2013; el índice de la Fed de Filadelfia se disparó a 28.0 en agosto, la lectura más alta desde marzo de 2011; finalmente, los indicadores líderes de julio se incrementaron un fabuloso 0.9%, por encima del consenso y la tasa más alta desde marzo de este año.
Por tanto, había mucha munición doméstica, en casa, para preocuparse por lo que pasa en el resto del mundo. Además, y pese a los flojos datos del PMI, Europa acabó con firmes ganancias. El Ibex-35 trepó un 1.3%, la bolsa de Milán un 1.0%, el Cac-40 de París un 1.2% y el DAX de Francfort casi un 1.0%.
El sector que más trepó hoy fue el financiero, con un avance de 0.9%, seguido del tecnológico (0.5%). El resto de sectores terminó bastante plano. En el financiero destacó el rally de Bank of America Corp (NYSE:BAC) (+4.1%), su mayor aumento en un día desde mayo de 2013. El banco tendrá que pagar una multa de 245 millones de dólares impuesta por la Comisión de Mercado de Valores por el hecho de que no advirtiera de las pérdidas hipotecarias y de los bonos respaldados por hipotecas.
En el tecnológico la estrella fue Hewllet-Packard, la mejor acción hoy del S&P’s 500 con un incremento del 5.4%, su mayor subida desde julio de 2011. Por primera vez en 12 trimestres, la empresa registró un aumento en ingresos por la mejora en las ventas de computadoras personales. También subió con fuerza eBay (+4.7%) luego de que una publicación informara que la empresa podría separar su unidad de pago de PayPal el año que viene.
Mañana puede seguir la fiesta. Todo está en manos de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, y del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Sería el mejor de los mundos posibles si Yellen sigue reconfortando a los mercados con que la Fed mantendrá aún bajas las tasas por un tiempo, y Draghi sugiere que pueden estar cerca de un programa de compra de activos. Entonces el rally puede aún prolongarse mañana, y el festín puede llevar al S&P’s 500 por encima de los 2,000 pts y al Dow 30 a un nuevo récord histórico. Jackson Hole tiene mañana la palabra.