Las criptomonedas borran la relativa calma con la que inició la semana. El Bitcoin (BTC) se dispara 3,5% en las últimas 24 horas, logrando salir de la zona de los u$s51.000 y alcanzando los u$s53.330. Mientras tanto, Ethereum (ETH) experimenta un repunte cercano al 3,6%, rozando los u$s3.100; en la última semana, la principal ‘altcoin’ del mercado ha avanzado más del 6%. La capitalización total del mercado de activos digitales se acerca a los u$s2 billones.
En el resto del mercado, la tendencia es similar. Solamente Solana (SOL), Avalanche (AVAX), y Tron (TRX) comienzan la semana con saldos positivos, mientras que XRP, Cardano (ADA), Dogecoin (DOGE), Chainlink (LINK), Polkadot (DOT), entre otras, registran caídas en torno al 1%.
El Bitcoin inicia la semana en una fase de consolidación impulsado por el entusiasmo en torno a los fondos cotizados (ETF) al contado. No obstante, la moderación actual ha llevado a analistas, como los de JP Morgan (NYSE:JPM), a señalar una reducción en los movimientos de entrada y salida en los fondos, sugiriendo una disminución en su correlación con los movimientos de precios de Bitcoin.
Bitcoin: qué espera el mercado
A pesar de la cautela, la mayoría de los analistas mantienen un optimismo general hacia el futuro del principal criptoactivo. Sin embargo, algunos estrategas muestran cierta negatividad a corto plazo, advirtiendo sobre la posibilidad de una corrección más profunda si el precio no rebota desde el nivel actual.
Por otro lado, el futuro de Ethereum parece recibir una mirada más positiva por parte de los inversores. La expectativa de la autorización por parte de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) para la salida a bolsa de varios ETF al contado de Ethereum contribuye a esta perspectiva. Estrategas, como Eric Balchunas de Bloomberg, sugieren que estos ETF podrían obtener la aprobación regulatoria el próximo mes de mayo.
Analistas de Bernstein destacan la posición sólida de Ethereum, con su rendimiento de apuestas, diseño respetuoso con el medio ambiente y utilidad institucional para construir nuevos mercados financieros, lo que lo posiciona favorablemente para la adopción institucional generalizada.