Este miércoles, las criptomonedas sufren una fuerte caída luego de un martes excepcional para los activos digitales. El Bitcoin (BTC) registra una merca superior al 6%, colocándose en los u$s42.138 después de haber alcanzado los u$s45.800, su nivel más elevado desde marzo de 2022. En simultáneo, Ehereum (ETH) experimenta una corrección más marcada, situándose en los u$s2.100 tras haber superado los u$s2.400 en la víspera.
Las otras criptomonedas alternativas también muestran descensos notables, con XRP, cardano (ADA), avalanche (AVAX), dogecoin (DOGE) y polkadot (DOT) disminuyendo entre un 0,4% y un 3%. Destaca el retorno de Binance coin (BNB) al cuarto puesto en la lista de criptos con mayor capitalización bursátil, arrebatándoselo momentáneamente a solana (SOL), que ha experimentado una caída superior al 15% en las últimas 24 horas.
Bitcoin: los motivos de la fuerte caída
Estos movimientos se desarrollan tras un crecimiento en la expectativa en torno a los fondos cotizados (ETF) de BTC al contado. Se rumorea que el regulador estadounidense podría rechazar todos los ETF spot de Bitcoin en enero, postergando la aprobación final probablemente al segundo trimestre.
Se sostiene la idea de que estos fondos cotizados podrían generar un aumento significativo en el corto plazo para las criptomonedas en su totalidad y, especialmente, para el bitcoin, gracias al flujo de capital institucional que se espera ingrese al mercado.
Aunque existen expertos escépticos, argumentando que el mercado está sobrecargado, la mayoría prevé que el bitcoin no solo podría alcanzar los máximos históricos de noviembre de 2021, sino superar la barrera de los 100.000 dólares.
No obstante, algunos analistas advierten que estas altas expectativas podrían volverse en contra de las criptomonedas. Advierten que, de no cumplirse las expectativas, el bitcoin podría enfrentar una considerable presión de venta a corto plazo, siguiendo el patrón de «comprar los rumores, vender los hechos».
A pesar de la existencia de fondos cotizados similares en Europa, los cuales no han generado gran interés entre los inversores institucionales, se espera que el respaldo de gigantes financieros tradicionales como BlackRock (NYSE:BLK) pueda impulsar este sector.