Tras soportar múltiples crisis en los últimos tres años, las acciones del gigante aeroespacial y de defensa Boeing (NYSE:BA) presentan por fin una atractiva propuesta de riesgo-recompensa para los inversores, lo que ha llevado a algunos analistas a emitir una opción de compra.
A medida que las restricciones del COVID-19 comienzan a desaparecer en todo el mundo y los viajes globales se recuperan con fuerza, los valores de las aerolíneas y el sector aeroespacial, que se han visto muy zarandeados, parecen disponerse a recuperar el crecimiento a largo plazo.
Además, Boeing está superando sus retos de seguridad y producción. En enero, la empresa con sede en Chicago dijo a los inversores que espera entregar más aviones 737 MAX y Dreamliner este año. De hecho, en 2022, la empresa planea duplicar sus entregas de aviones 737 MAX hasta alcanzar unas 500.
El mayor exportador del sector manufacturo de Estados Unidos también se está beneficiando de la creciente recuperación del mercado de los aviones comerciales. Los datos muestran que el tráfico de carga aumentó el año pasado alrededor de un 7%, superando los niveles de 2019. Además, Boeing ha dicho que espera que el tráfico de pasajeros vuelva a los niveles prepandemia tan pronto como el año que viene o en 2024.
Si ese escenario se materializa y la compañía de aviación sigue avanzando en la resolución de sus problemas de fabricación, su director financiero, Brian West, espera que el flujo de caja libre de Boeing:
"mejore en el segundo trimestre y se acelere significativamente en la segunda mitad del año".
Según su último informe de resultados trimestrales, Boeing ha dejado de dilapidar efectivo por primera vez en más de dos años, periodo en el que la empresa se enfrentó a todo el impacto de la pandemia del COVID-19 y a la inmovilización de su avión insignia, el 737 MAX, en todo el mundo tras dos accidentes fatales.
Según JPMorgan (NYSE:JPM), los potenciales catalizadores al alza de las acciones las convierten en una compra inteligente. La reciente nota del banco a sus clientes añade:
"Hay una tendencia a esperar grandes saltos por parte de Boeing, y eso es una posibilidad, dados los catalizadores que hay, pero con el duro trabajo que tiene por delante la compañía, puede que nos hayamos adelantado y estemos preparados para un esfuerzo". No obstante, la posición de Boeing en el centro del transporte aéreo mundial ofrece la confianza de que se recuperará financieramente con el tiempo, y creemos que la relación riesgo-recompensa se inclina ahora hacia lo favorable”.
Una racha de buenas noticias
Además, el cambio hacia los viajes y vehículos más ecológicos debería ser un impulso a largo plazo para Boeing, según JPMorgan:
"Estructuralmente, creemos que el ESG es un viento de cola para el mercado de aviones nuevos con el tiempo, dado que la principal oportunidad que tienen las aerolíneas para reducir su huella de carbono durante bastante más de una década es sustituir los aviones más antiguos por los MAX, neo, 787, A350 y 777X".
En una nota igualmente positiva, Wells Fargo (NYSE:WFC) elevó la calificación de Boeing de “igual ponderación” a “sobreponderada”, alegando que la compañía debería experimentar una racha de buenas noticias en los próximos años.
Su nota decía: "Boeing probablemente se beneficie de la recertificación del 737 MAX de China, la reanudación de las entregas del 787, la subida del combustible que impulsa más retiradas de aviones y la flexibilización de las restricciones a los viajes internacionales. Todo esto es cuestión de ‘cuándo’ en lugar de ‘si es que’ en nuestra opinión".
El organismo regulador de la aviación china allanó el camino en diciembre para que los 737 MAX volvieran a volar después de casi tres años inmovilizados en tierra que comenzaron tras los dos accidentes mortales de aviones MAX en un plazo de seis meses.
China Southern Airlines (NYSE:ZNH), una de las tres mayores compañías aéreas del país, realizó un vuelo de prueba con el avión a finales de enero. La Administración de Aviación Civil de China espera que las aerolíneas reanuden sus vuelos comerciales a principios de este año.
Sin embargo, Boeing sigue siendo una apuesta arriesgada a corto plazo a pesar de estos avances positivos, especialmente tras el conflicto entre Rusia y Ucrania, que promete perjudicar a las aerolíneas al aumentar los costes del combustible. Si el conflicto se prolonga, también frenará la recuperación económica mundial, que es esencial para que las aerolíneas se sientan seguras a la hora de realizar grandes pedidos para sus flotas.
Conclusión
La lenta y gradual vuelta a la normalidad de Boeing indica que está en mejor posición financiera que hace dos años. Si la empresa puede mantener la recuperación actual, las acciones de Boeing podrían superar el rendimiento del mercado en general en los próximos meses.
Dicho esto, sus acciones, que cerraron el miércoles en 197,81 dólares, siguen siendo una apuesta de cambio a largo plazo para aquéllos que sean pacientes. Sigue habiendo muchos riesgos que podrían hacer descarrilar esta recuperación a corto plazo.
Las acciones de Boeing parecen ir camino de un crecimiento a largo plazo a pesar de los actuales riesgos macroeconómicos.