Las acciones asiáticas alcanzaron el lunes un máximo de un año luego de que los decepcionantes indicadores de crecimiento económico en Estados Unidos redujeron las expectativas de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés del país en los meses venideros.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció a una tasa anual de 1,2 por ciento para el período abril-junio, menos que la mitad del pronóstico de 2,6 por ciento. El flojo dato redujo aun más las expectativas de que la Fed suba las tasas de interés del país en septiembre.
Los mercados en Asia mostraron una reacción limitada al índice de Gerentes de Compra Manufacturero Caixin/Markit (PMI) de China del mes pasado, que subió a un máximo de un año y medio de 50,6, contra la expectativa del mercado de 48,7. No obstante, el dato oficial mostró una desaceleración en la actividad fabril de julio.
El índice Nikkei de la bolsa de Tokio ganó un 0,4 por ciento tras borrar sus pérdidas iniciales de 1,5 por ciento, provocadas por el salto del yen luego que los planes de estímulo que presentó el Banco de Japón no satisficieron a los inversores.
La menor expectativa de una subida de las tasas en Estados Unidos mermaba el interés por el dólar, que se mantenía cerca de un mínimo de tres semanas contra el yen. La moneda japonesa, que el viernes trepó cerca de un 3 por ciento a 101,97 yenes por dólar, cambiaba de manos a 102,25 unidades por dólar.
Los inversores ahora esperan ver la reacción que tendrán los mercados financieros europeos a las pruebas de solvencia a los bancos de la Unión Europea publicadas el viernes, que mostraron que algunos bancos son todavía vulnerables.
Técnicamente, el índice Nikkei sigue mostrando signos de debilidad en torno a la zona de resistencia de los 17.000 puntos, mientras que la zona de los 16.000 puntos define el principal piso de corto plazo.
A la baja, un retroceso bajo los 16.000 puntos entregaría nuevas señales de venta en el Nikkei presionando al índice en busca de sus mínimos en la zona de los 14.900 puntos.