Finalmente se dio el resultado esperado por el mercado: la salida de Dilma Rouseff de la presidencia de Brasil, con 61 votos a favor y 20 en contra en el Senado; y si bien aún la ex mandataria puede apelar la decisión ante la Suprema Corte, no se espera que el resultado cambie.
Los mercados prácticamente no reaccionaron a la noticia, ya que era lo que todo el mundo esperaba, e incluso en Aldesa hemos visto algunas ventas en diversos activos, como resultado de la práctica común de “compra el rumor, vende la noticia”.
La expectativa general se mantiene positiva, aunque con cierto recelo, ya que si bien pareciera que el nuevo Gobierno del presidente Michel Temer tiene la vía despejada para reorganizar el país, la realidad es que para llevar a cabo los cambios estructurales en el gasto público y en otras áreas del gobierno, necesita de grandes alianzas y apoyos en el ámbito político, las cuales se ven más difíciles de conseguir de lo que parece.
Por lo pronto el mercado parece asumir una posición de “esperar y ver”, aunque la señal emitida este miércoles por el Banco Central de Brasil y su comité de Política Monetaria (COPOM) al mantener la tasa referencial Selic sin cambios en 14.25% ha cambiado el tono del mensaje, al dejar ver la intención de recortar las tasas en el futuro cercano para promover el crecimiento económico.
Para Moody’s (NYSE:MCO), las propuestas del gobierno de Temer han tenido un impacto positivo en la confianza de los negocios, pero “una mejora tangible en las cuentas fiscales de Brasil aún está por materializarse”.