El Reino Unido decidirá mañana 23 de junio si se mantiene o no en la Unión Europea mediante un referéndum. Durante los últimos días, la intención de voto registra un empate técnico alrededor del 45%, con un porcentaje creciente de indecisos que se convertirá en un determinante de la elección.
En caso de ganar el bloque que aboga por la salida de la Unión Europea, se tendrán consecuencias financieras y económicas inmediatas. Además, el riesgo no se limita al Reino Unido, pues en el contexto actual, el “Brexit” (término que refiere a la posible salida) podría desestabilizar la economía global.
Algunos elementos a considerar son:
1. El Brexit es irreversible aunque resulte ser una mala decisión. Además, es muy probable que la Unión Europea no busque concertar esfuerzos para minimizar el impacto de la salida a Gran Bretaña, para así desincentivar nuevos retiros de otros miembros de la comunidad.
2. Es muy probable que los mercados sufran una volatilidad extraordinaria en la víspera del Brexit y, a pesar los grandes cambios normativos impuestos en los últimos años luego de la crisis financiera para minimizar los riesgos sistémicos, es incierta la respuesta del sistema financiero.
3. El Brexit socavará la confianza y aumentará la incertidumbre de todos los actores del mercado, donde nadie sabe cómo será la nueva estructura de base para los negocios o qué tan pronto estará implementada. Muy probablemente, no solo daría lugar a cambios en la relación de Gran Bretaña con Europa, sino impactará las relaciones dentro de la propia Europa. Además, mientras las empresas esperan a ver qué pasa, es muy posible que retrasen nuevas inversiones, frenando así el crecimiento económico. Dada la enorme incertidumbre, la probable ausencia de cualquier política fiscal expansiva (debido a los compromisos de política del gobierno) o de más política monetaria expansiva (debido a la falta de espacio para recortar las tasas), es muy probable que el eventual Brexit sería seguido por una recesión en el Reino Unido.
4. Es bastante probable que Brexit tenga un gran efecto contagio en otros mercados, resultando en grandes caídas en los precios de los activos y crecientes flujos de capital buscando refugio en activos como el oro y el franco suizo, y desencadenando un círculo de caídas más fuertes en los precios, menor confianza y desinversión.
Nada de esto es seguro que ocurra, pero la prudencia aconseja evitar riesgos innecesarios. Desde el punto de vista económico, “Bremain” (Permanecer) parece ser la opción más racional.