La tasa de rendimiento del bono del Tesoro a 10 años sigue cotizando muy por encima de la estimación de valor razonable de CapitalSpectator.com, pero los días de una prima elevada parecen contados. A medida que aumenta la evidencia de que la inflación sigue disminuyendo, la oferta monetaria sigue siendo muy negativa en un año y la economía se enfrenta a vientos en contra más fuertes, aumentan las probabilidades de que la enorme brecha entre el rendimiento actual a 10 años y nuestra estimación del valor razonable se reduzca.
La cuestión es si la estimación del valor razonable subirá, si la tasa a 10 años bajará, o un poco de ambas cosas. El mercado ya ha recortado ligeramente la tasa a 10 años desde la actualización del mes pasado. En las operaciones de ayer, el rendimiento de referencia era del 3.45% (a 13 de abril), o casi 20 puntos base menos desde la actualización del 15 de marzo, cuando escribí:
"Mi opinión es que la mayor parte del estrechamiento del diferencial será soportado por un menor rendimiento del mercado. Esto se basa en el supuesto de que la inflación seguirá disminuyendo y el crecimiento económico seguirá siendo relativamente moderado en el mejor de los casos”.
Estas condiciones siguen vigentes al comienzo del segundo trimestre. Como reportó ayer, la tendencia de la inflación al consumo en EE.UU. continuó suavizándose en marzo. No obstante, se espera que la Reserva Federal vuelva a subir su tasa de referencia en ¼ de punto en la próxima reunión del FOMC del 3 de mayo. Pero como muestra la actualización de hoy del modelo de valor razonable para el rendimiento a 10 años, las cifras siguen sugiriendo que la tasa de referencia ha tocado techo.
El valor razonable la tasa a 10 años se situó en el 2.76% en marzo, una cifra ligeramente inferior a la estimación del mes anterior. El valor razonable se basa en la media de tres modelos, definidos aquí.
El rendimiento del mercado sigue siendo casi 1 punto porcentual superior, lo que sugiere que los inversionistas siguen sobrevalorando este bono del Tesoro por un margen relativamente amplio. Los grados moderados de sobrevaloración e infravaloración son normales, por supuesto, en parte porque ningún modelo capta completamente todos los factores que determinan los precios de los bonos en tiempo real. No obstante, el grado de sobrevaloración ha sido extremo últimamente, como muestra el gráfico siguiente, una condición que se suma a la expectativa de que el rendimiento a 10 años ha tocado techo a corto plazo y probablemente baje.
¿Qué cambiaría el cálculo a favor de una tasa a 10 años plano o más alto? Una reactivación del ritmo de la inflación es el principal candidato, junto con un crecimiento económico más firme de lo esperado. Pero en ambos frentes se espera que las cifras sean más bajas a corto plazo. A su vez, la prima relativamente alta de la tasa a 10 años parece que se reducirá en los próximos meses.