Una vez más los bonos CER cobran protagonismo luego de conocerse el Régimen de Metas de Inflación que llevará adelante el Banco Central de la República Argentina (BCRA), el cual la comunidad inversora observa con escepticismo. Recordemos que este tipo de bonos ajusta su capital por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER).
De momento, las metas parecerían ser por demás optimista si se toma en cuenta las proyecciones que surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) y de la Encuesta de Expectativas de Inflación que elabora la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Si bien para estos indicadores la misma ha bajado respecto a la medición anterior, se mantienen por arriba de las metas presentadas por la entidad monetaria. Cabe señalar que en la licitación de esta semana la tasa de LEBAC corta se mantuvo una vez más en 26.75%, lo que indicaría que la inflación no estaría desacerando tan rápido como se esperaba y para luchar contra un dólar que en el mes de septiembre acumuló una suba de 2.17% cotizando a $15.52.
El éxito de este nuevo régimen se ve supeditado a que los argentinos vuelvan a creer en el peso, por lo cual la confianza en las políticas oficialistas juega un papel clave teniendo en cuenta que en 2017 habrá elecciones legislativas y especial foco en los resultados del blanqueo, que hasta ahora no logra cumplir con las expectativas del gobierno y puede presionar a una suba del tipo de cambio.
Ante este escenario de incertidumbre donde el gobierno busca sacar el país a flote, las metas de inflación parecen un objetivo difícil de alcanzar, haciendo de este un buen momento para comenzar a tomar posiciones en bonos que ajusten por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y cubrirnos de ese riesgo que es la inflación, más ahora que los datos del INDEC gozan de mayor credibilidad.
A continuación, podemos observar un detalle de los instrumentos que ajustan por CER y que más seducen a los inversores por los spreads que ofrecen sobre el Índice de Precios del Consumidor (IPC):
Dichos bonos han aumentado su demanda recientemente con subas en sus cotizaciones; el DICP, a un precio de $700, ha experimentado la mayor suba desde principio de Septiembre trepando 12,18% en su cotización y se encuentra tradeando a un spread de 374 bps sobre el IPC. En la parte corta de la curva encontramos al TC21, que a pesar de ser el que rinde el menor spread sobre IPC, ha experimentado una compresión del mismo desde 3,1% a 2,28% en las últimas semanas y acumula una suba mensual de 5.29%. Lo que hace interesante al TC21 es su corta duration, cuya vida transcurre durante casi todo el mandato del gobierno actual. Por último, en la parte larga de la curva el PARP luce atractivo con un spread de 415 bps sobre IPC, lo que representa una buena oportunidad de compra para aprovechar dicho spread a la hora de cubrirnos del riesgo inflacionario.
Uno de los argumentos más sólidos que se presentan para adelantarse a tomar posiciones en bonos CER, es que en octubre se conocerían los primeros datos sobre el blanqueo y los mismos no suenan prometedores, esto avivaría un rally del dólar que rápidamente se trasladaría a precios y podría borrar rápidamente las ganancias obtenidas por las LEBACS cortas que no ofrecen protección alguna contra dicho acontecimiento.
Ante este panorama, los bonos que ajustan por CER representan una buena alternativa de inversión respecto a otros instrumentos en pesos en un contexto de baja de tasas tanto de LEBAC como BADLAR teniendo en cuenta, además, que se espera que para fines de 2017 y 2018 las tasas de referencia se encuentren en 20% y 16% respectivamente. En caso de que las metas de inflación no sean alcanzadas, los bonos CER retribuirían una mayor tasa de interés real a los inversores que otras alternativas de inversión en pesos.
Concluimos que nos encontramos en un timing adecuado para incorporar a la cartera de renta fija esta especie de bonos, teniendo en cuenta que la divergencia que se presenta entre las metas de inflación del BCRA y las expectativas del mercado crea una oportunidad para el inversor atento de poder obtener no solo el carry de los bonos, sino también una ganancia de capital en el corto plazo si dichas metas no se cumplen. Esto nos permite cubrirnos ante un evento de depreciación del peso mayor al esperado que reavive la inflación. Es por esto que los bonos CER resurgen como una protección a los desequilibrios a los cuales los argentinos ya nos encontramos acostumbrados.