• Durante el 2T-23, la economía tuvo una variación de 0.8 trimestral% vs 2.2% previo.
• A tasa anual, el PIB creció 6.3% por los efectos de base de comparación (+7.3% est.).
• El consumo y la inversión fueron los principales obstáculos.
Los resultados han detonado el pesimismo a inicios de semana
China es la primera de las economías de gran envergadura en reportar los resultados del PIB durante el segundo trimestre y aunque sigue siendo un referente en cuanto a velocidad de crecimiento, las cifras de hoy decepcionaron ampliamente. En términos anuales, el crecimiento fue de 6.3% y es el mejor resultado desde 2021, pero hay que tomar en cuenta que la comparación se realiza contra un periodo en el que los confinamientos para contener al Covid en grandes ciudades propiciaron una caída de 2.6% trimestral. Además, el avance del PIB quedó muy por debajo de la expectativa de 7.3% anual que tenía el consenso, lo que profundizará los temores sobre la falta de catalizadores de la economía global para evadir definitivamente un panorama de crisis. Incluso, si se anualiza la tasa trimestral, que fue de +0.8%, el crecimiento registrado equivaldría a solo 3.2% en todo 2023, lo que es menos de la mitad del promedio de avance entre 2010 y 2019 y por tanto da pie a varias señales de alerta sobre la salud económica del gigante asiático.
¿Qué esperar?
El bajo dinamismo de la tendencia se explica por la cautela de los consumidores, que en contraparte han incrementado sus ahorros bancarios a los niveles más elevados en una década, así como por el estrés al que se encuentran sometidas las finanzas públicas de varios de los gobiernos y entidades locales, que son un elemento importante para la inversión en el sector inmobiliario (-20.6% anual en junio). De esta manera, se acumulan las presiones sobre las autoridades del Gobierno Central para anunciar nuevas medidas de apoyo que revitalicen al consumo y la inversión, en tanto que esperamos que se reavive el debate sobre las implicaciones que deja la guerra comercial con Estados Unidos. Tras la publicación del reporte, varias instituciones del sector financiero han anunciado recortes a sus expectativas de crecimiento para todo el año y el consenso se ubica ahora en solo 5.0%, lo que dejaría al país lejos del potencial mostrado antes de la crisis. Esta es una mala noticia para la perspectiva global y los mercados han reaccionado en ese sentido: los principales índices accionarios arrancan la mañana a la baja, al igual que las referencias internacionales del crudo, mientras que el peso mexicano sufre de una depreciación de cerca de 0.75%.