Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
- El AUD y qué esperar del Banco de la Reserva de Australia
- El USD/CAD cierra por encima del 1,25
- El NZD/USD, en mínimos de 4 años intradía
- Junio es un mes duro para el euro
- La libra, en su 8ª jornada consecutiva de ganancias
Cinco razones por las que esta semana hay que negociar en Forex
Ésta va a ser una semana intensa en los mercados financieros, ya que el informe sobre empleo no agrícola de Estados Unidos se publicará el próximo viernes. Los valores, el Tesoro y las materias primas estarán revolucionados pero en lo que hay que invertir es en divisas. En los tiempos que corren, no podemos centrarnos sólo en los acontecimientos de Estados Unidos, sobre todo en una semana en la que se van a publicar tres anuncios sobre política monetaria, dos informes sobre empleo de dos países aparte de Estados Unidos y varios informes sobre el PMI. Además, Grecia tiene pendiente el pago de su deuda al FMI este viernes. Cada uno de estos acontecimientos podría eclipsar la evolución del dólar pero, en general, garantiza una semana activa a la par que volátil para las divisas.
Los cinco acontecimientos más relevantes que van a publicarse son las decisiones sobre política monetaria del Banco de la Reserva de Australia de esta noche, la decisión del BCE sobre los tipos de interés de este miércoles, el pago de los 305 millones de EUR de Grecia al FMI y los informes sobre empleo de Estados Unidos y Canadá. No es que vaya a haber escasez de informes económicos pero estos cinco tendrán el mayor impacto sobre las divisas. No se espera que el Banco de la Reserva de Australia y el BCE modifiquen sus tipos de interés pero el tono del anuncio del Banco de la Reserva de Australia y la rueda de prensa de Mario Draghi podrían determinar cómo van a comportarse el EUR/USD y el AUD/USD durante las próximas semanas.
Por supuesto, el dólar también será centro de atención y, aunque todo apunta a que el mercado laboral experimentará una discreta mejora, la velocidad del avance del dólar indica que es posible una corrección de su rumbo. Durante las últimas dos semanas, el USD/JPY se disparó desde el nivel de 119 hasta registrar máximos en 125, tras los dispares informes económicos de Estados Unidos.
Durante la mañana de esta jornada de negociación, se conocía que, mientras los ingresos personales aumentaban un 0,4% en abril, el consumo y el deflactor del PCE se mantuvieron sin cambios.
Por otra parte, la actividad manufacturera aumentó a un ritmo mayor, con lo que los precios se dispararon y se aceleró el gasto en el sector de la construcción. Los alcistas del dólar no se inmutaron ante los poco alentadores informes, registrando el par USD/JPY máximos desde 2002. Aunque el dólar está ganando fuelle claramente, las preocupaciones suscitadas en torno a que el informe sobre empleo no agrícola no cumpla con las expectativas podría conllevar la retirada de los inversores para recoger beneficios a la espera de la publicación del viernes. Si el USD/JPY no consigue cerrar significativamente por encima de 125, el par de divisas podría retroceder hasta el nivel de 122.
El AUD y qué esperar del Banco de la Reserva de Australia
Las tres divisas vinculadas a materias primas perdieron posiciones con respecto al dólar; el USD/CAD registró las mayores pérdidas a pesar de la relativa estabilidad de los precios del petróleo.
Durante las últimos cuatro jornadas de negociación, los especuladores han estado intentando que el USD/CAD cierre por encima del nivel de 1,25 y al final sus plegarias han sido escuchadas. Sin embargo, se da una notable resistencia entre 1,26 y 1,2650 que podría ser difícil de superar a la espera de la publicación del PMI Ivey y los informes sobre empleo. Mientras, durante las próximas 36 horas, la atención se centrará en el dólar australiano.
El Banco de la Reserva de Australia se va a reunir para discutir la política monetaria y, teniendo en cuenta los últimos informes económicos y los recientes niveles del AUD, el banco central no tiene muchas razones para recortar los tipos. Anoche se conoció que, por primera vez en seis meses, aumentó la actividad manufacturera; el PMI ascendió de una lectura de 48 a una de 52,3 puntos. Las presiones inflacionarias se mantuvieron estables según el banco canadiense de inversiones TD Securities, pero los beneficios de explotación aumentaron durante el primer trimestre. Las concesiones de licencias de obra descendieron pero dudamos de que esta caída impresione al banco central, especialmente teniendo en cuenta que el dólar australiano ha perdido un 7% durante las dos últimas semanas, desde los máximos registrados en el nivel de 0,8160 hasta 0,76.
Somos conscientes de que el Banco de la Reserva de Australia se siente cómodo cuando el tipo de cambio está próximo a 75 centavos y la divisa se negocia en torno a esos niveles. Según el gráfico que se muestra a continuación, tanto los datos de China como los de Australia han indicado los mismo niveles de mejora que de deterioro desde la última reunión sobre política monetaria de mayo así que, entre el tipo de cambio y los datos en general, el Banco de la Reserva de Australia tiene todos los motivos para mantenerse neutral. No se han publicados informes económicos de Nueva Zelanda esta noche pero, en términos intradía, la divisa registró mínimos de cuatro días con respecto al dólar estadounidense.
Junio es un mes duro para el euro
Junio es un mes muy duro para el euro, ya que Grecia tiene que negociar un nuevo paquete de deuda o la nación se enfrentará al incumplimiento del pago. Grecia y sus acreedores europeos han atrasado el problema hasta la saciedad y ahora se enfrentan a un plazo muy estricto que les va a obligar a todos a tomar decisiones difíciles. Gracias a Dios, parece que nadie va a perder el tiempo, ya que Draghi, Merkel y Hollande han acordado reunirse esta noche para discutir la situación de Grecia.
Los titulares no se han hecho esperar y, en el momento que uno habla de acuerdo, el siguiente lo niega. Se comenta que esta noche se llegará a un acuerdo, pero ya hemos pasado por esto muchas veces y somos muy, muy escépticos en cuanto a la habilidad de esta gente para ponerse de acuerdo en nada salvo en su interés en que Grecia pague este mes los más de 1,5 millones de euros que debe al FMI para evitar un incumplimiento del plazo de la deuda. Es necesario que se llegue a un acuerdo de algún tipo y, cuando se publique el anuncio, será increíblemente beneficioso para el euro, incluso si se demuestra que es sólo una medida provisional.
Sin embargo, hasta ese momento, el escepticismo de los mercados y los titulares contradictorios seguramente mantengan sometido el par EUR/USD a una gran presión. Los acreedores tienen hasta finales de mes para llegar a un acuerdo y podrían optar por tomarse su tiempo con la esperanza de que Grecia se arme de valor para implementar auténticas reformas. Además, aunque no esperamos que la Reserva Federal suba los tipos este mes, la actualización de sus previsiones y la rueda de prensa de Janet Yellen podrían dar la impresión a los mercados de que están a punto de despegar, lo que podría ser positivo para el dólar.
El GBP/USD registra su séptima jornada consecutiva de pérdidas
Durante los últimos dos meses, hemos comprobado lo volátil que puede llegar a ser la libra. A mediados de abril, el par de divisas repuntó con respecto a los mínimos registrados en 1,4560 hasta situarse en el nivel de 1,55, dejándose aun así 450 pips en dos jornadas y ganando fuelle de nuevo situándose por encima del nivel de 1,58. Durante las últimas semanas, el par de divisas revirtió casi la mitad de esas pérdidas y registró mínimos intradía en el nivel de 1,5170. Lo increíble de la actuación de la libra es su persistencia. La divisa británica puede subir o caer durante días enteros sin registrar corrección alguna.
En estos momentos, estamos presenciando una de estas actuaciones; el par GBP/USD ha retrocedido por séptima jornada consecutiva, aunque esperamos que la divisa repunte en las próximas 48 horas, lo que no significa que la el descenso haya llegado a su fin.
La venta masiva experimentada hoy se ha producido debido a los datos del sector manufacturero, menos alentadores de lo previsto. El índice PMI ascendió de 51,8 a 52 puntos, lo que podría haber sido positivo si no fuera por las excesivamente optimistas previsiones. Además, se ha experimentado una importante caída en el subcomponente laboral que ha sembrado el nerviosismo en los mercados y ha hecho caer la libra por debajo del nivel de 1,52.
Según nuestro colega Boris Schlossberg, “aunque el fortalecimiento del dólar ha sido un factor predominante en esta tendencia bajista, el par se ha resentido también debido a los temores del mercado en torno a una posible “Brexit” (la denominada salida del Reino Unido de la zona euro). Tras la victoria de los conservadores, el referéndum sobre esta cuestión dependerá ahora de la voluntad de los votantes británicos, que se hará pública a principios del año próximo y, aunque la opinión general es que el Reino Unido permanecerá en la Unión Europea, el riesgo de que esto no sea así está lastrando claramente la libra.