El último rally del metal rojo puede estar perdiendo momentum en la medida que las cotizaciones se acercan a la zona de resistencia de los US$2,3 la libra.
El metal ha estado impulsado por el sólido dato de importaciones del metal en China en junio y por las expectativas de que Pekín aplique más estímulos a su economía.
Las importaciones de cobre de China bajaron un 2,3 por ciento en junio con respecto al mes previo, según datos oficiales, pero el indicador se mantuvo sólido y en línea con la creciente demanda del sector de energía del país asiático.
Las acciones y los futuros de las materias primas de China cerraron al alza por la expectativa de más estímulo, mientras que las bolsas globales subían por un panorama de crecimiento sólido en Estados Unidos y por los esperados estímulos que se espera que apliquen las principales economías desarrolladas.
El precio del cobre sigue operando en tendencia bajista de largo plazo, y ante la falta de un catalizador estructural es muy difícil ver al metal rojo superando la zona de resistencia de los US$2,4 la libra en el corto plazo.
A la baja, la zona de los US$1,9 representa el principal piso de corto plazo.