En la semana, el peso se apreció frente al dólar ante la confluencia de datos y eventos económicos que redujeron la probabilidad de que la Fed inicie la normalización de tasas este año, destacándose un incremento del déficit comercial de Estados Unidos y la publicación de las minutas de la pasada reunión de política monetaria de la Reserva Federal, las cuales mostraron un lenguaje altamente acomodaticio. El peso cerró la semana con una apreciación semanal de 1.99% o 32.7 centavos, cotizando alrededor de 16.46 pesos por dólar, ganando terreno junto al resto de las divisas de economías emergentes y la mayoría de los principales cruces frente al dólar.
El comportamiento del tipo de cambio durante la semana, no elimina los riesgos de nuevas depreciaciones del peso durante el cuarto trimestre y en los primeros meses del 2016. Cabe recordar que la explicación a las fuertes ganancias del dólar desde la segunda mitad del 2014, ha sido el riesgo de una fuerte salida de capitales desde economías emergentes como México, hacia otras economías como Estados Unidos, en búsqueda de activos seguros de mayor rendimiento. Dicho riesgo permanece vigente y los datos que más adelante apunten a una Reserva Federal menos acomodaticia, seguirán favoreciendo la demanda por dólares. Es importante destacar que un aplazamiento de la normalización de tasas va acompañado de una extensión de la incertidumbre, la aversión al riesgo y la volatilidad para el mercado cambiario, razón por la cual Banco BASE ajustó su expectativa cambiaria para el primer trimestre del 2016 de 16.6 a 17.1 pesos por dólar.
Como lo señalaron las minutas más recientes de Banco de México, permanece el riesgo de un efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación. El dato de inflación de septiembre mostró un incremento anual de 2.52%, avanzando 0.37% con respecto al mes anterior. El incremento mensual fue el mayor desde marzo, debido a un repunte del componente subyacente de mercancías no alimenticias, el cual avanzó a su mayor tasa mensual desde enero de 2010. Todavía resulta poco probable que Banxico se adelante a la Reserva Federal, subiendo su tasa de referencia, aunque permanecerá atento a una mayor evidencia de traspaso cambiario a la inflación durante la primera quincena de octubre.