Los mercados de futuros del crudo en Estados Unidos se enfrentan a una situación extrema, ya que el contrato actual para mayo, que expira el martes, caía un 36% en la sesión, abriendo la mayor brecha de la historia con el próximo contrato, a casi 11 dólares por barril.
Aunque las naciones productoras de crudo firmaron un acuerdo de reducción de bombeo, estos recortes no se realizarán de manera suficientemente rápida para impedir una sobreabundancia masiva en el próximo par de semanas.
Como resultado, los operadores de futuros, que podrían ser capaces normalmente de cambiarse del contrato que expira al siguiente, están encontrando muy pocos compradores para el de mayo, que concluye ahora, porque muy poca gente quiere cerrar ahora el envío de barriles de crudo, lo que le convierte en algo parecido a un huérfano.
El contrato para mayo operaba con una baja del 36% en 11,50 dólares el barril, aunque solo habían cambiado de manos unos 65.000 contratos. Por su parte, el contrato para junio perdía 2,90 dólares, o un 12%, a 22,12 dólares el barril, con más de 365.000 contratos ejecutados.
Cuando un contrato de futuros expira, los operadores deben decidir si aceptan envíos o si pasan sus posiciones al contrato siguiente.
Este proceso suele ser relativamente sencillo, pero el desplome del contrato de mayo refleja preocupaciones sobre un nivel desorbitante de suministro entrando a los mercados, ya que los cargamentos procedentes de miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como Arabia Saudita contratados en marzo se encaminan a causar una sobreabundancia.
Los mayores productores petroleros mundiales acordaron un recorte de bombeo de 9,7 millones de barriles por día (bpd) en un intento por tener bajo control la oferta mundial mientras se hunde la demanda, pero no comenzará hasta mayo.