Durante 2015 áreas importantes del mundo, incluyendo Costa Rica, sufrieron los efectos de un fuerte fenómeno de El Niño, el cual está relacionado con un aumento en las lluvias en el caribe del país y una disminución en el pacífico, comportamiento que afecta la producción de productos clave y, por ende, el crecimiento local. En términos interanuales, durante todo el año anterior el agro se mantuvo en contracción, con el índice mensual de esta actividad cayendo hasta un 4% a mediados del periodo.
Para 2016 en Aldesa esperamos una mejora en el crecimiento económico nacional, de la mano de un debilitamiento de los efectos negativos que género este fenómeno meteorológico, así como la salida de la planta de manufactura de Intel (NASDAQ:INTC). Datos a enero presentados por el Banco Central muestran que esta expectativa está materializándose.
Si bien es cierto en términos interanuales a enero el índice que mide esta actividad sigue contrayéndose (un -0,43%), mediciones anualizadas, que permiten determinar tendencias, muestran un crecimiento del sector del 3,4%, lo que ha contribuido con que el país muestre los mejores crecimientos en meses.
Dicha situación obedece a que el fenómeno de El Niño ha ido perdiendo fuerza y, según el Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos, este terminará en la primavera o al inicio del verano del hemisferio norte. De esta forma, debemos de esperar que esta recuperación continúe y siga apoyando el crecimiento económico en general.
No obstante, es importante señalar que la misma agencia estadounidense señala que hay un 50% de probabilidades de que se desarrolle ahora el efecto de La Niña, el cual está caracterizado por un enfriamiento de las aguas del pacífico ecuatorial y suele generar condiciones más lluviosas en el país. ¿Cuáles serán los efectos?
Hasta el momento parece que este será de menor intensidad y aunque si está relacionado con un incremento en las lluvias. Episodios pasados muestran un impacto más benigno sobre la producción costarricense; áreas más secas, la ganadería y la pesca suelen beneficiarse. Sin embargo, será importante monitorear la fuerza que ese fenómeno tendrá, con el fin de anticipar algún impacto negativo.