Las necesidades de captación del Gobierno presionan cada vez más el flujo de caja, reflejo de eso es la subasta realizada el pasado 22 de octubre, donde no se generaron ofertas. Si bien nos hemos tornado más optimistas con la aprobación de la reforma fiscal, el fondeo a corto plazo debe estar dentro de la agenda prioritaria del Ministerio de Hacienda.
A octubre, el Gobierno ha logrado captar alrededor del 33% de la meta de deuda interna en el segundo semestre, lo cual es significativamente menor a la proyección implícita que debería tener (67% captado a octubre). A esta situación, se le suma el vencimiento de 22% de la deuda interna en los próximos 12 meses, lo cual presiona aún más las necesidades de corto plazo del Gobierno.
Como respuesta prevemos cuatro escenarios que pueden solventar las necesidades:
- Contratos de colocación: a través de este instrumento el Gobierno ha negociado con inversionistas internacionales. No obstante, estas la vemos con algún grado de detrimento producto del mensaje de la Corte Suprema de Justicia y de una pronta degradación de la calificación soberana de los bonos internacionales de Costa Rica por parte de Moody´s.
- Amnistía tributaria: puede jugar un rol transcendental, pero son recursos que entrarían a partir del otro año si la reforma se aprueba en diciembre (escenario base). Recientemente el Banco Central de Costa Rica (BCCR) estimó que la amnistía representa 0,16% del PIB.
- Confianza del mercado: es una de las grandes apuestas del Gobierno para captar recursos en el corto plazo una vez que la reforma fiscal sea aprobada. No obstante, prevemos que esa recuperación de la confianza se dará de manera gradual. Primero, la reforma fiscal es menor al ajuste necesario y, segundo, las necesidades de financiamiento del Gobierno seguirán altas en el corto plazo debido a que los efectos de los impuestos entrarán a regir 6 meses después, mientras que la regla fiscal lo haría hasta el 2020.
- Nueva directriz de CONASSIF: la semana anterior, el Consejo Nacional de Supervisión de Sistema Financiero (CONASSIF) emitió la directriz que los fondos de pensiones en el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP) podría aumentar la porción de sus carteras invertidas en bonos del sector público. El tope pasa de un 50% a un 80%. Ante esta situación vemos esa política como una fuente de oxígeno del Gobierno en corto plazo, donde tendría un potencial de captación de ¢1,4 billones. Sin embargo, es importante destacar que la Operadora de Pensiones Complementarias de la CCSS manifestó que no ampliará su cartera en bonos del Gobierno, además, prevemos que hasta no tener definido el rumbo de la reforma fiscal los fondos pensiones no seguirán esa directriz.
Dicho lo anterior, en nuestro escenario base prevemos que las fuentes de captación del Gobierno en los próximos 3 meses estarán en la nueva directriz del CONASSIF y con los contratos de colocación. Además, de aprobarse la reforma fiscal en el primer trimestre, la amnistía tributaria y una recuperación gradual en la confianza interna pueden solventar las necesidades de liquidez. A pesar de eso, vemos fuertes presiones en el flujo de caja del Gobierno en el último trimestre del año, donde un fracaso en los contratos de colocación puede llevar a una crisis de fondeo.