El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reportó la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en 0,21%, dejando el incremento interanual en 2,03%. Lo anterior se explica principalmente por la caída en los precios de los combustibles, ante las reducciones en el precio del petróleo. Así, la inflación cierra en 2018 por debajo de nuestra proyección (2,5%) y el consenso según Focus Economics (2,9%), pero justo en línea con el rango meta del Banco Central de Costa Rica (2%-4%).
En el frente de los determinantes de la inflación, la ausencia de presiones de demanda agregada y la disminución del precio del petróleo dominaron el traspaso del aumento del tipo de cambio sobre la inflación. Primero, la economía ha tenido un crecimiento medio en el año de 2,6%, lo que responde en gran medida a una demanda agregada débil ante la incertidumbre interna producto del riesgo fiscal. El gasto de los hogares y las empresas mermó, lo que reduce la presión en los precios domésticos. Segundo, el precio del petróleo durante los meses de noviembre y diciembre tuvo una caída interanual 20,4%, lo que se tradujo de una reducción en el precio de los combustibles y, en consecuencia, del grupo de transporte del IPC.
En Aldesa prevemos que el año estará marcado por distintos eventos: i) la ausencia de presiones inflacionarias producto de una demanda agregada débil continuará y el precio del petróleo estará oscilando los US$50 el barril, según las estimaciones de S&P Global Ratings; ii) pero también existirán presiones al alza en la inflación como la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el riesgo cambiario producto de la situación fiscal. En ese sentido existirán fuerzas opuestas que pueden disminuir/subir los precios en 2019, de esta manera, proyectamos una tasa de inflación 3,5% para este año y 3,1% en 2020.