El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró para el mes de junio una variación mensual de 0,18%. Ese resultado se explicó por la contribución de 0,15 puntos del grupo de precios de transporte, producto de la subida de los precios de los combustibles. Históricamente, se ha visto que los efectos del precio internacional del petróleo se traspasan en un periodo de 2 a 3 meses en los precios locales del combustible. Dicho esto, el periodo marzo-abril, según la referencia de West Texas Intermediate (WTI), registró una variación interanual superior al 30%, por lo que era esperado ese efecto a nivel doméstico.
A nivel interanual, la inflación se ubicó en 2,1% y se mantiene en línea con nuestra trayectoria estimada, así que el papel que juegan los determinantes de la inflación es clave. En documentos anteriores, hemos argumentado que el desempeño del tipo de cambio y el precio del petróleo tienen un impacto significativo sobre la inflación. El tipo de cambio se mantiene relativamente estable oscilando entre ¢566-¢569 por dólar, mientras que el desempeño del petróleo es el determinante que puede llegar afectar el comportamiento de los precios.
A partir de nuestro modelo de inflación, si el precio del petróleo se mantiene en US$70 el barril estimamos la inflación cerrando en diciembre en 2,5%, mientras si el precio del petróleo oscila los US$77 el barril, la inflación alcanzaría 2,8%, manteniéndose los demás determinantes constantes.