El Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó este martes el Programa Macroeconómico para el período 2016 y 2017. Este, a diferencia de la revisión de julio pasado, presenta un panorama más optimista en cuento a crecimiento económico y, de forma sorpresiva, una reducción en la meta de inflación. A continuación nuestro análisis sobre los diferentes indicadores.
Crecimiento económico
La entidad se muestra más optimista en cuanto al crecimiento económico durante 2016 y 2017; el reporte señala que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 4,2% durante este año, lo que representa un repunte importante después del 2,8% del 2015. Esta mejora vendrá en paralelo a la disipación del efecto que provocó la salida de la planta de manufactura de Intel (O:INTC), un debilitamiento del fenómeno del Niño, así como una recuperación de los principales socios comerciales del país.
En cuanto a la conformación de este crecimiento, el documento indica que la expectativa es que el consumo interno se mantenga fuerte, de la mano con una menor inflación y de la mejora en los términos de intercambio, es decir, la diferencia entre los precios de lo que Costa Rica exporta y lo que importa.
En cuanto al empleo, el informe pone sobre la mesa la posibilidad de que exista un desempleo estructural, es decir, donde no hay coincidencia entre las características de la oferta y lo que demandan las empresas. Eso se evidencia en el rumbo que está tomando la economía hacia una de servicios.
Régimen Cambiario
El Banco Central anota que durante el año pasado las presiones a la apreciación se dieron debido a la caída en los precios de las materias primas, particularmente los hidrocarburos, así como a la entrada de divisas del sector público y privado. Para evitar una mayor apreciación del colón el Central estuvo cerca de completar un programa de fortalecimiento de reservas por hasta US$800 millones, el cual esperaba que alcanzara hasta el 2016, por lo que la entidad decidió lanzar un nuevo plan, esta vez por US$1.000 millones. Lo anterior implica que el ente monetario estará preparada para evitar que el tipo de cambio se aprecie de forma importante.
Al igual que en la revisión realizada en julio, el BCCR resalta que estudios internos ponen al tipo de cambio real en un rango de equilibrio y, aunque señala que se apreció en los últimos años, reitera que esfuerzos por devaluar el colón tendrían consecuencias negativas para el país (básicamente inflación) y que serían poco sostenibles en el tiempo.
El documento, pese a que toca el tema de la apreciación de la moneda, no ahonda en los posibles efectos sobre el sector exportador.
Tasas de interés
La entidad reiteró el discurso de que la transmisión de su política monetaria ha sido “lenta y desigual” y que espera que las tasas de interés en colones continúen con una tendencia a la baja. Dicha expectativa está fundamentada en que existe un exceso de liquidez en esa moneda y, además, en que las tasas que están pagando los intermediarios financieros son altas si se comparan con la referencia de la curva soberana que ahora calcula el BCCR.
En relación con lo anterior, el ente espera que durante 2016 el crecimiento del crédito sea principalmente en colones (11%), a medida que continúe desincentivándose el crédito en moneda extranjera, vía medidas macroprudenciales, y también mientras las tasas en colones bajan. Hay que recordar que la nueva metodología de la Tasa Básica Pasiva cuenta con ajustes que harán que en un inicio el indicador presente una tendencia a la baja.
Es importante destacar que durante el año anterior el lento crecimiento del crédito en moneda local redujo la necesidad de los bancos por captar colones, lo que ayudó al proceso de disminución de tasas de interés. Con ello, si se da una recuperación del crédito en colones, es probable que las entidades deban de competir por fondeo con el gobierno, lo que podría presionar ligeramente las tasas de interés.
Inflación
En julio pasado el BCCR mantuvo la meta en el rango de 3% a 5%, ya que consideraba que, en ausencia de una solución al problema fiscal, moverse a un nivel más bajo era poco sostenible; no obstante, el día de ayer informó una reducción de ese rango hacia uno del 2% al 4%.
¿Qué cambió? El Banco Central no incluye en su ejercicio de pronóstico una aprobación de un paquete fiscal, sin embargo, considera que la convergencia de las expectativas inflacionarias, crecimiento económico por debajo del potencial y una estabilidad en los precios de las materias primas serán suficientes para mantener el aumento de los precios dentro de ese nuevo rango.
En Aldesa consideramos que la inflación alcanzará el 3,10% al cierre de este año, lo que ahora es el centro del rango meta del central, por lo que creemos que la nueva meta es alcanzable en el mediano plazo, bajo una expectativa de precios del petróleo bajos.
Déficit Fiscal
En el ejercicio la entidad no consideró la posibilidad de un ajuste fiscal; sin embargo, a través del documento reitera los riesgos de la estabilidad financiera al no hacer nada y atañe la apreciación real de la moneda a ese desequilibrio. Para este y el próximo año espera un déficit del Gobierno Central del 6,2% y 7%, respectivamente.
Dentro de los factores positivos, el Central estima un superávit del Sector Público No Financiero del 1% del PIB para este 2016, lo que puede reducir las presiones en las tasas, debido a la directriz que establece que dichos excedentes deben de invertirse en deuda del gobierno.