Una de las mayores preocupaciones del Banco Central y de los supervisores del sistema financiero nacional es el nivel de endeudamiento en dólares de los costarricenses, especialmente de quienes registran sus ingresos en colones, ante la posibilidad de una devaluación de la moneda.
En agosto del 2013 se dio una reforma estructural en el marco regulatorio, que incluía, entre múltiples cambios, mayores requerimientos de capital para este tipo de créditos, así como el establecimiento de modelos de riesgo de crédito que diferenciaran a tales clientes.
Con lo anterior, los reguladores trataron de incentivar a que los intermediarios financieros concentraran la oferta de crédito en colones más que en dólares. En aquel momento los colones eran el 58% del crédito total y los dólares el 42%.
Sin embargo, desde el 2015, al analizar los crecimientos interanuales, el crédito en colones crece cada vez menos y el crédito en dólares lo hace cada vez más. En abril, los préstamos en colones registraron un crecimiento de 9.14% y los de dólares de 13.9%, con una participación por moneda similar a la del 2013.
Dichas cifras difieren de lo proyectado por el Banco Central, que para el 2016 estimó un crecimiento del crédito en colones del 11% y en dólares del 6.5%.
Entre las principales razones que explican lo anterior, se encuentran los mayores costos de fondeo en colones para los intermediarios respecto a los denominados en dólares, lo cual se traduce en créditos más caros, además de que, el riesgo cambiario no ha sido incorporado en las decisiones de los deudores, influenciados por la estabilidad del tipo de cambio de los últimos meses.
No obstante, el Banco Central ha promovido como uno de sus objetivos la estabilidad cambiaria, que muy probablemente continuará en lo que resta del año, por lo que el comportamiento del crédito por moneda se mantendría.
Con ello, aumenta el riesgo de crédito para los clientes y la relación entre activos y pasivos en dólares del sistema financiero, si en algún momento la entidad decide cambiar su política y llega a permitir ajustes significativos en el mercado cambiario, como la devaluación ocurrida en el primer trimestre del 2014. Así, es importante que escenarios de devaluación del colón sean considerados al momento de decidir la moneda del crédito, especialmente en el largo plazo.