Hace unas semanas analizamos la volatilidad de la Tasa Básica Pasiva y del Tipo de cambio, donde se encontró que la primera ha presentado mayores movimientos en los últimos años, lo que es consistente con la preferencia entre los costarricenses por endeudarse en dólares. Datos a febrero muestran un crecimiento anualizado del crédito en dólares del 8,7%, lo que contrasta con prácticamente un estancamiento del crédito en moneda nacional (0,3%).
En su Informe Mensual de Coyuntura, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) señala que: “los agentes económicos deben de interiorizar el riesgo asociado, en tanto no existe, por parte del Banco Central, el compromiso de defender valores determinados para el tipo de cambio”. Con esto la entidad quiere resaltar que eventuales movimientos en el tipo de cambio no serán detenidos y que los deudores se podrían ver perjudicados.
No obstante, el mercado parece no estar creyéndole al Central; la devaluación esperada a 12 meses es de apenas 1,3%, lo que sigue haciendo atractivas las tasas denominadas en dólares y están promoviendo el crecimiento del crédito en esa moneda.
La entidad monetaria ha impulsado medidas macroprudenciales, así como encajes a las captaciones internacionales, con el fin de desincentivar este tipo de crédito, medidas que, como muestran los datos a febrero, no han sido tan efectivas.
Esta semana la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, redujo considerablemente su expectativa sobre subidas de tasas para este 2016, por lo que la disponibilidad de líneas de crédito a tasas bajas se mantendrá durante el año. Lo anterior, dificultará el propósito del Banco Central de mover a los costarricenses hacia deudas en colones.