Este jueves, Moody´s disminuyó la calificación de riesgo para los bonos soberanos de deuda externa de largo plazo. Esta decisión se basa en el nivel de deuda creciente que está explicado por el persistente déficit fiscal de Costa Rica. Al cierre del año 2010, el nivel de deuda del gobierno central representaba tan solo el 29,1% de la producción nacional, mientras que para el año 2016 dicha relación se incrementó al 44,9%.
Moody’s pasó la nota del país de Ba1 a Ba2 con perspectiva negativa, lo que significa que los bonos costarricenses en el extranjero son catalogados como especulativos. Asimismo, el pasado 19 de enero la firma Fitch Ratings también reportó un deterioro en la calificación de riesgo de los bonos soberanos de Costa Rica, la cual pasó de BB+ a BB.
A nivel de estrategia para el inversionista nacional, esta decisión no debería afectar su planeamiento en el corto plazo, al tratarse de inversiones locales en deuda interna. Sin embargo, para aquellos inversionistas internacionales focalizados en planeamientos de más largo plazo, esta desmejora en la calificación de riesgo introduce un mayor nivel de incertidumbre y de riesgo al mercado.
En tal sentido, al no existir un paquete de políticas que controle el crecimiento del gasto y mejore la recaudación fiscal, puede causar que el nivel de deuda sobrepase umbrales que perjudiquen la sostenibilidad macroeconómica y a todos los costarricenses, a través de un aumento en el precio del dinero en la economía.