Tras recibir un fuerte golpe desde el brote del COVID-19 en marzo, las grandes reservas de petróleo están mostrando algunos signos de vida.
El ETF Vanguard Energy Index Fund (NYSE:VDE), cuyos 10 principales participantes incluyen Exxon Mobil (NYSE:XOM), Chevron (NYSE:CVX) y Phillips 66 (NYSE:PSX), ha superado con creces la actuación del S&P 500 durante el mes pasado, subiendo alrededor de un 11% en comparación con el índice bursátil de referencia, que ha subido poco más de un 1%.
Este impresionante repunte tiene lugar como resultado del optimismo de los inversores que creen que ya ha pasado lo peor de este segmento altamente cíclico del mercado, pues los exitosos ensayos de las vacunas para combatir la pandemia del COVID-19 restauran las expectativas acerca de una plena actividad económica, impulsando la demanda de productos energéticos.
Pfizer (NYSE:PFE) y BioNTech anunciaron a principios de este mes que su vacuna contra el coronavirus demostró un 90% de eficacia en la última etapa de los ensayos. Otro desarrollador, Moderna (MX:MRNA), dijo ayer que los datos de la fase 3 de su ensayo muestran que su vacuna tiene una eficacia de más de un 94% en la prevención del virus, un resultado que el director ejecutivo, Stephane Bancel, denominó un "punto de inflexión".
Estos acontecimientos positivos han suscitado la esperanza entre los inversores de que la actividad económica se normalizará en 2021. Según la Agencia Internacional de la Energía, el progreso de las vacunas podría proporcionar un impulso significativo a la demanda en el segundo semestre de 2021 tras enfrentarse a una importante desaceleración a causa de la última tanda de restricciones.
En sus perspectivas para 2021, los estrategas de Morgan Stanley (NYSE:MS) recomendaron a los inversores que fueran "pacientes" con los mercados de materias primas.
"Esta recuperación global es sostenible, sincrónica y apoyada por la política monetaria, siguiendo el manual de instrucciones 'normal' tras la recesión", escribieron en una nota citada por Bloomberg. "Mantengamos la fe, confiemos en la recuperación".
Repunte de las grandes petroleras
Con estas optimistas previsiones en torno a la economía mundial y un repunte de los precios del petróleo, algunas de las acciones petroleras más afectadas han mostrado un buen rendimiento durante las últimas dos semanas. En 37,59 dólares el lunes, Exxon ha subido aproximadamente un 20% desde el 28 de octubre, mientras que otro grande del petróleo, Chevron, subía alrededor del 30% durante el mismo período.
A pesar de este impresionante movimiento, todavía hay muchos riesgos que podrían descarrilar esta recuperación y seguir haciendo de la inversión petrolera una apuesta arriesgada para los inversores a largo plazo.
A corto plazo, las nuevas medidas de confinamiento en Europa y el debilitamiento del consumo en las Américas darán lugar a que la demanda mundial de petróleo reciba un golpe mayor de lo esperado en 2020, dijo la semana pasada la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Esto significa que los gigantes petroleros tardarán mucho más en revertir su situación financiera e invertir para el crecimiento. Al informar de su tercera pérdida trimestral consecutiva, Exxon dijo a los inversores en octubre que podría recortar hasta el 15% de su fuerza laboral a escala mundial, o unos 14.000 puestos de trabajo, ya que lucha por sobrevivir a la recesión. El gigante ha abandonado sus planes de inversión anteriores para ahorrar para sus pagos de dividendos.
A largo plazo, las perspectivas para las compañías petroleras no parecen demasiado halagüeñas. El consumo de petróleo nunca podría volver a los niveles observados antes de estallar la crisis del coronavirus, según un informe de BP (LON:BP), uno de los principales productores de petróleo. Incluso su escenario más alcista refleja que la demanda no es mejor que "mayormente plana" durante las próximas dos décadas mientras que la transición energética aleja al mundo de los combustibles fósiles.
En conclusión
Los inversores son cada vez más alcistas en las acciones de petróleo tras conocer las previsiones acerca de que la desaceleración impulsada por la pandemia podría finalizar el año que viene. Cuando eso ocurra, será una noticia positiva para las acciones cíclicas, incluyendo las grandes petroleras.
Sin embargo, no creemos que las acciones petroleras sean una opción de inversión convincente para los inversores a largo plazo. Un cambio permanente hacia una energía limpia, políticas gubernamentales más estrictas y cambios en el comportamiento de los consumidores son algunos de los factores que podrían mantener los precios del petróleo en niveles bajos.