Los inversionistas se enfrentan a la incertidumbre económica estadounidense, el cambio de política monetaria de la Reserva Federal y una inminente elección presidencial. Si bien no hay evidencia de que los resultados electorales determinen el desempeño del mercado a largo plazo, es importante considerar los posibles impactos en empresas y/o sectores específicos, así como en políticas y leyes financieramente significativas para un país.
Sin duda, las elecciones pueden influir en las decisiones de inversión y las oportunidades que surjan dependiendo de quién tome el poder. En cuanto a las próximas elecciones estadounidenses, cada candidato ofrece un modelo económico distinto y muchos se preguntan: ¿Quién es el más adecuado para manejar la economía?
Según una encuesta publicada por UBS (SIX:UBSG), 57% de los inversionistas planea votar por la vicepresidenta Kamala Harris, mientras que el 43% está a favor del ex- presidente Donald Trump, aunque el 55% de los empresarios cree que Trump es mejor para la economía, en comparación con el 45% que favorece a Harris. Ambos grupos consideran a Trump como el mejor candidato para lidiar con los impuestos y el tema migratorio, y a Harris para ocuparse de la asistencia sanitaria. 74% de los inversionistas y dueños de negocios son optimistas respecto a los rendimientos de sus inversiones y negocios en los próximos seis meses, reflejando un aumento de confianza respecto a 2020. 77% considera realizar ajustes en sus portafolios, previo a las elecciones, especialmente en sectores como defensa y energía en caso de una victoria de Trump; salud, energía sustentable y tecnología si Harris gana.
Según un análisis de JP Morgan (NYSE:JPM), las acciones financieras, industriales, aeroespaciales y de defensa obtuvieron buenos resultados después de que los republicanos ganaron las elecciones en 2016, mientras que las acciones de infraestructura obtuvieron mejores resultados tras la victoria demócrata en 2020.
Independientemente de quién gane la presidencia este año, muchas disposiciones de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017 expirarán en 2025. Esto significa que los legisladores tendrán que decidir cómo abordar los cambios en el código tributario, logrando un equilibrio entre tasas aún mayores de deuda nacional y el posible aumento de impuestos. La expiración de la ley tributaria de 2017 podría generar impuestos más altos para la mayoría de los hogares estadounidenses.
Los aranceles son otro tema en el que los candidatos presidenciales tienen opiniones y puntos de vista diferentes. El Partido Republicano está a favor de un arancel del 10% sobre todos los bienes importados a los Estados Unidos y un arancel del 60% sobre todas las importaciones desde China, mientras que el Demócrata planea reevaluar los aranceles, también anunció su postura hacia el país asiático imponiendo aranceles significativos a las importaciones del país, incluido el acero, semiconductores y vehículos eléctricos. Los aranceles pueden afectar el crecimiento económico y pueden beneficiar o perjudicar a sectores o empresas particulares.
84% de los inversionistas consideran la economía estadounidense como el principal tema electoral, por lo que la planificación financiera será esencial para centrarse en sus objetivos a largo plazo.