Tras alcanzar la barrera sicológica de los $1.000, la paridad dólar/peso chileno se ha visto presionado en principio por una fuerte toma de utilidades y posteriormente por una caída del índice dólar a nivel internacional en un escenario en el que los inversionistas globales han comenzado a tomar posiciones de compras de oportunidad en las principales plazas bursátiles que terminaron el 2023 con fuertes caídas.
Una moderación en la inflación global junto con bajas valorizaciones de varios activos ha gatillado un mayor apetito por riesgo, impulsando aquellos activos que se vieron golpeados durante el pasado año.
En este momento, el billete verde se encuentra operando en una tendencia bajista de corto plazo tras romper el piso técnico definido por la media móvil de 250 días, lo que ha acelerado los retrocesos.
A la baja, vemos un soporte importante en la zona de los $800, nivel en el cuál podríamos ver algún tipo de rebote técnico antes de continuar con la presión bajista.