Tras un fuerte avance por sobre los $800 y luego de confirmar ruptura de la resistencia bajista iniciada en abril en torno a los $870, el dólar vuelve a testear la zona de soporte representada por la línea de tendencia alcista de largo plazo.
Toma de utilidades y una recomendación de cambio de fondos por una empresa de market timing de fondos de pensiones gatilló un ajuste en el tipo de cambio.
La tendencia de largo plazo se mantiene alcista mientras el tipo de cambio siga operando sobre el soporte de los $760, por lo que un nuevo rebote técnico debería continuar la tendencia iniciada a comienzos de 2018.
El indicador técnico de fuerza relativa RSI sigue operando al alza sin entregar aún señales de venta.