En 2023 evitamos una recesión, ¿tendríamos que preocuparnos en 2024? En México se espera un menor crecimiento económico de la mano con una desaceleración a nivel mundial. ¿Qué tan profunda sería?
Si bien, el acumulado del PIB mexicano de enero a septiembre registró un avance de 3.5%, una proyección superior a la estimada a inicios del año, para los próximos meses se espera un lento crecimiento económico. Para 2024, la CEPAL proyecta 1.9% para el PIB mexicano, el Banco Mundial 2.5%, el FMI 2.1%, el IMEF un 2.2%; y aunque han mejorado su estimado en los últimos meses, sería un crecimiento menor al de este año.
La demanda interna, el consumo y la inversión fija bruta fueron de los principales soportes para la economía mexicana en 2023; por otra parte, las exportaciones manufactureras mostraron fortaleza a lo largo del año. En 2024 se seguirá haciendo frente a factores internacionales como conflictos geopolíticos, el débil ritmo de crecimiento económico de China, posible desaceleración en Estados Unidos, una inflación subyacente persistente, tasas de interés en un alto nivel, el incremento de la deuda mundial, el techo de endeudamiento estadounidense, volatilidad y clima político ante el proceso electoral en México y Estados Unidos, inseguridad, entre otros.
Para el 2024 se espera ver avances del nearshoring; hay muy buenas proyecciones sobre los beneficios que podría generar la relocalización de empresa al país, pero una de las condicionantes es fortalecer e invertir en los polos de desarrollo para mejorar su infraestructura; esto es clave para atraer mayor IED, de lo contrario, no pasará nada.
Aunque la inflación ha disminuido en los últimos meses, se pronostica que el índice subyacente muestre persistencia el próximo año; este tema ha estado ligado a las decisiones de política monetaria de los bancos centrales; los mercados tienen confianza de que inicie el recorte de tipos en 2024. Para el Banco de México, algunos analistas pronostican un posible recorte en su próxima reunión el 9 de febrero de al menos 25 puntos base. En Wall Street, los operadores celebran una perspectiva de tasas más bajas en el corto plazo, aunque la FED se muestra dispuesta a mantenerlas en niveles altos el tiempo que sea necesario.
En cuanto al tipo de cambio, en 2023 el peso mexicano se ha ubicado por segundo año consecutivo como la segunda moneda más apreciada por la entrada de dólares al país por exportaciones no petroleras, remesas, inversión y turismo. En 2024 se espera mayor volatilidad por los procesos electorales en México y Estados Unidos, por lo que algunas proyecciones colocan al tipo de cambio entre los 17.9 y 19 pesos.
En relación a Estados Unidos, en 2023 la actividad productiva y el mercado laboral mostraron resiliencia, registrando tasas de crecimiento superiores a 2%; para 2024, algunos economistas pronostican una expansión del PIB de sólo 1.4%.