Los mercados se dieron la vuelta. Si el rescate no venía por parte de la canciller alemana Angela Merkel, que se la veía renuente, vendría de Estados Unidos. Deutsche Bank (DE:DBKGn) no es un banco cualquiera: es un banco gigantesco, un banco global de importancia sistémica, una G-SIB como llaman en inglés, uno de esos que si atraviesa problemas puede generar desconfianza y tensar a los mercados de dinero. En esos casos, lo mejor es contener el miedo, evitar que se propague: si Deutsche Bank cae, cualquiera puede caer. La actitud de Merkel, más que calmar a los mercados, los estaba poniendo más nerviosos. De modo que, ante la pasividad alemana, Estados Unidos parece dispuesto a actuar.
También fueron ellos los que crearon el problema. Lo que está atormentando a Deutsche Bank, mayormente, es una multa brutal por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) relacionado con los títulos respaldados por hipotecas residenciales de la época de la burbuja inmobiliaria. Es decir, no sólo Deutsche Bank atraviesa dificultades por una cartera crediticia problemática, con una fuerte exposición al riesgo; por unos estándares de capital más robustos que le impone Basilea III; y por un contexto de tasas negativas y aplanamiento de la curva, lo que está dañando su rentabilidad. A eso hay que sumar una multa de 14,000 millones de dólares (mdd= que le impuso el DOJ.
Sin embargo, durante la jornada surgieron especulaciones de que la multa podría ser recortada a menos de la mitad, a 5,400 mdd. Eso podría servir de referente para otras instituciones que podrían ser multadas. Y la noticia cambió por completo el humor del mercado. Deutsche Bank, por ejemplo, llegó a caer tras la apertura del mercado alemán a un mínimo histórico de 9.9 euros: eso implicaba un retroceso de 3.4%. Sin embargo, después recuperó las pérdidas y se situó en territorio positivo. Poco después de las 10:00 hora de México, cuando el mercado europeo estaba a escasos minutos de su cierre, se conoció la información de que podría recortarse la multa de Deutsche. El banco brincó y cerró en los máximos de la jornada, en 11.57, o una subida de 6.4%. Con el mercado alemán, el Dax de Fráncfort, ya cerrado, el rally ha continuado y en Wall Street, en la bolsa de Nueva York, se dispara más de un 15%.
Eso cambió todo el rumbo del mercado. El Dax de Fráncfort acabó con una subida de 1.0%, liderado por Deutsche Bank. El Cac-40 de París avanzó un 0.1%, con ganancias de BNP Paribas (PA:BNPP) (+0.8%) y Credit Agricole (PA:CAGR) (+0.4%). El Ibex-35 de Madrid, sin embargo, perdió un 0.2%, si bien el Bankia (MC:BKIA) trepó un 2.2%, Banco Popular (MC:POP) un 1.7%, Banco Sabadell (MC:SABE) un 1.6% y BBVA (MC:BBVA) un 0.6%. Banco Santander (MC:SAN) cerró sin cambios.
Ahora bien, el rally ha continuado con los mercados europeos ya cerrados, y Wall Street disfruta este viernes de lo lindo, con subidas en sus índices de 1.0% o más. A una hora del cierre, el Dow Jones asciende un 1.1%, el S/¨’s 500 otro 1.0% y el Nasdaq un 1.0%.
De nuevo los bancos son los que más se desperezan. Morgan Stanley (NYSE:MS) vuela un 3.9%, Citigroup (NYSE:C) un 3.6%, Bank of America (NYSE:BAC) un 3.3%, Goldman Sachs (NYSE:GS) un 2.0%. Wells Fargo (NYSE:WFC), el otro banco en problemas, avanza un 0.5%.
Además del sector financiero, ganó terreno el sector de energía (+1.7%) y el de productos básicos (+1.2%). El barril de WTI, luego del acuerdo de la OPEP, ha subido con fuerza en los tres últimos días: un 5.3% el miércoles, un 1.7% el jueves y un 0.6% en esta jornada, lo que ha llevado el precio del barril por encima de los 48 dólares tras cerrar en 44.67 dólares el martes. Los sectores que perdieron hoy terreno fueron los de servicios públicos (-0.7%) y telecomunicaciones (-0.2%), los dos sectores más defensivos.
En los datos económicos, el gasto personal se enfrió en agosto, pero seguirá impulsando a la economía durante el tercer trimestre, aunque a ritmos más moderados que en el segundo trimestre. El gasto de consumo quedó plano en términos nominales, pero dado que los precios se incrementaron un 0.1%, en términos reales se contrajo un 0.1% en agosto, tras aumentar un 0.3% en julio. Los ingresos personales aumentaron un 0.2%, la mitad de lo registrado en el mes previo. La tasa anual de la inflación general se aceleró de 0.8% en julio a 1.0% en agosto, en tanto el deflactor subyacente pasó de 1.6% a 1.7%. En otros indicadores, el PMI manufacturero de Chicago de septiembre se elevó a 54.2 en septiembre comparado con 51.5 en agosto, la confianza del consumidor de Michigan para septiembre registró una lectura de 91.2, por encima de la lectura de 90.0 estimada por los analistas.
Por tanto, el gobierno de Estados Unidos parece que está acudiendo al rescate: bastó reducir la multa para que todo cambiara. A Merkel, de momento, le está saliendo gratis.