Esta semana los mercados tienen toda su atención en la reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) que culminará el próximo miércoles, donde la gran incertidumbre es si aumentará las tasas de interés, dando fin a un año de dudas y especulaciones en torno al momento del ajuste. Actualmente el mercado está a la espera, mientras que analistas asignan una posibilidad alrededor del 20% para que la FED suba las tasas.
Es un hecho que el Comité de la FED está dividido. Aunque desde hace meses el mensaje de la FED ha sido que todo dependerá de los datos, parece que la interpretación de los mismos ha sido diversa, lo cual le resta posibilidad a un ajuste en las tasas. La FED persigue tres objetivos internos: inflación de largo plazo en torno al 2%, pleno empleo y crecimiento económico.
Para los más positivos, ya hay indicios de presiones inflacionarias, con un mercado laboral sólido y un crecimiento estable, donde subir las tasas sería una forma de no sobre calentar la economía. Sin embargo, el indicador de inflación más seguido por la FED, el índice PCE, muestra un 1.6%, mientras que el mercado laboral apenas ha mostrado estabilidad en el último trimestre y crecimiento económico del segundo trimestre fue de 1.1% respecto al 2.5% esperado. Es decir, aún no hay objetivos logrados.
En cuanto a la dinámica externa, otros Bancos Centrales importantes, caso del japonés y el europeo, recientemente decidieron esperar acciones adicionales en su política monetaria a la expectativa de las acciones de la FED, aunque continúan con estímulos cada vez mayores; escenario que tampoco puede obviar el ente estadounidense, pues podría ser una fuente de divergencia mayor a la ya existente.
Muchos analistas han cuestionado la asertividad de la FED y su alcance para la transmisión de la política monetaria, así como de sus herramientas, justificado en que la expectativa sobre ajustes finalmente no se cumplen, lo cual ha provocado que el sector real también decida esperar y esto dificulta que las empresas decidan emprender sus inversiones, lo cual no contribuye a un mayor crecimiento y empleo.
De cara al la próxima reunión parece que no es buen momento para que la FED sorprenda al mercado ajustando las tasas, así como que tampoco hay razones que lo justifiquen.