Este viernes se publicarán los datos de empleo de agosto en los Estados Unidos, lo que podría incrementar de forma significativa la posibilidad de que la Reserva Federal (FED) ajuste al alza las tasas de interés en la próxima reunión de setiembre.
La semana pasada, la presidente del ente, Janet Yellen, continuó optimista con el desempeño del mercado laboral y la evolución de la inflación. Aseguró que las condiciones han fortalecido un ajuste en las tasas y que el crecimiento, si bien es cierto no ha sido tan rápido como lo deseado, ha permitido mejorar el mercado laboral. El discurso fue tomado como una puerta abierta para ajustar las tasas en setiembre; sin embargo, una vez más Yellen mantuvo la posición de que todo dependerá de la evolución de los datos, el mismo día que el crecimiento del segundo trimestre era revisado a la baja.
Aunque ningún miembro del Comité de la FED ha tomado una posición sobre el momento en el que debería darse un ajuste, diferentes representantes de la entidad dejan ver poco consenso en torno a la conveniencia de mantener las tasas en los niveles actuales. Por un lado, están quienes consideran que las metas en inflación y desempleo están muy cerca, por lo que la FED debería encaminarse a la normalización, mientras que otros se inclinan más por valorar las cifras de crecimiento, que son bajas aún y valoran dejar las tasas en niveles actuales por un tiempo más.
Más allá de la divergencia de criterios entre los miembros de la FED, uno de los efectos transmitidos a los mercados es la mayor incertidumbre durante el año, limitando la transmisión de las tasas bajas en el sector real, pues ha dificultado la toma de decisiones de muchas empresas, ante la especulación de ajustes al alza que finalmente no se dan, aun cuando pareciera que se cumplieron los objetivos y se redujeron los riesgos globales, como lo expresó la propia FED en las minutas de julio.
Actualmente, los otros Bancos Centrales importantes, caso de Europa y Japón, continúan con estímulos que tienen las tasas de interés negativas y que podrían incrementarse durante sus reuniones de setiembre, lo que es posible que también vaya a valorar la FED y sería un elemento a tener en cuenta para mantener las tasas en los niveles actuales.
De momento, la FED está muy cerca de los niveles en dos de sus objetivos, inflación y desempleo, pero no pareciera estar tan cerca del crecimiento deseado, y podría necesitar lo que resta del año para evaluar si lo logra o no.