La relación entre Mercados Emergentes y el S&P 500 acaba de tocar su nivel más bajo en más de tres décadas, marcando un récord histórico. ¿Qué significa esto? ¿Cómo se puede aprovechar?
Comencemos con el gráfico que muestra el ratio entre Mercados Emergentes y el S&P 500:
¿Qué es un ratio entre dos activos? Es simplemente una comparación. En este caso, el gráfico muestra el ratio entre los rendimientos totales del índice MSCI Emerging Markets (mercados emergentes) y el S&P 500 (mercado estadounidense).
Esto no significa analizar cada índice por separado, sino observar cómo se desempeña uno en términos relativos con el otro. Si el ratio sube, significa que los mercados emergentes están superando en rendimiento al S&P 500. Si baja, como lo ha hecho desde 2011, significa que el S&P 500 ha tenido un mejor desempeño relativo.
Para entender el presente, primero debemos analizar cómo evolucionó esta relación en el tiempo. Desde 1989, el comportamiento relativo entre los mercados emergentes y el mercado estadounidense ha pasado por ciclos marcados. Entre 1989 y 1994, los mercados emergentes superaron al S&P 500 gracias a su dinamismo económico y tasas de crecimiento rápidas. Pero de 1995 a 1998, el panorama cambió; Estados Unidos recuperó su ventaja, impulsado por el boom tecnológico de los años 90.
El período 1999-2010 fue el último gran ciclo de los mercados emergentes, que benefició a los inversores gracias al auge de las materias primas y el crecimiento de potencias como China. Sin embargo, desde 2011 hasta hoy, el liderazgo ha sido del S&P 500, impulsado por su sector tecnológico, políticas monetarias expansivas y un entorno económico favorable.
Hoy el ratio está en los niveles mínimos de las últimas décadas. Y surge la siguiente pregunta: ¿es momento de rotar hacia los mercados emergentes, o Estados Unidos seguirá liderando la carrera?
Recordemos que uno puede “comprar” este ratio haciendo un “trade relativo”. ¿Qué es un trade relativo y por qué importa?
Un trade relativo consiste en apostar a que un activo tendrá un mejor rendimiento que otro. La estrategia implica:
- Comprar el activo X (en este ejemplo, mercados emergentes).
- Vender en corto el activo Y (el S&P 500).
El beneficio radica en las diferencias de rendimiento. Uno gana dinero si:
- X sube más que Y
- X cae menos que Y
- X sube e Y cae
Un trade relativo ofrece varias ventajas claves. En primer lugar brinda neutralidad frente al mercado, ya que su rendimiento no depende de si el mercado general sube o baja, sino de la relación entre el rendimiento de dos activos. Además, favorece la diversificación al reducir la exposición a un único activo, lo que contribuye también a una menor volatilidad. Sin embargo, no está exento de riesgos. O sea el riesgo específico de cada activo.
Más allá de que el ratio de Mercados Emergentes vs EEUU está en mínimos, ¿qué nos dicen sus valuaciones?
El S&P 500 opera con un forward Price-to-earnings de 23, cifra muy por encima de su promedio histórico. Es decir, EEUU está “caro”. Utilizo comillas, ya que lo “caro” siempre puede volverse aún más caro. ¿Y Mercados Emergentes? Están “baratos”, con un forward Price-to-earnings de 12, muy en línea con su promedio.
Aunque la tecnología en EEUU puede seguir subiendo, las valuaciones actuales no ofrecen una buena relación riesgo/retorno. Por otro lado, los mercados emergentes ofrecen oportunidades en sectores menos saturados, aunque con riesgos como volatilidad política o dependencia de commodities.
El mercado estadounidense ha dominado la última década, pero las señales de saturación son evidentes. Valuaciones altas, concentración en tecnología y riesgos de recesión plantean un entorno desafiante. Por otro lado, los mercados emergentes ofrecen valuaciones atractivas y un potencial de crecimiento significativo, aunque no están exentos de riesgos.
Un trade relativo entre Mercados Emergentes y el S&P 500 tiene sentido en el contexto actual por el ratio que está en mínimos y la evidente divergencia en valuaciones y perspectivas. Y lo interesante es que se reduce la dependencia del comportamiento general del mercado, ya que uno puede ganar aún con sangre en los mercados (si el S&P cae más que Mercados Emergentes).