En línea con lo esperado, el Consejo de Gobierno no hizo ningún anuncio relevante en su primera reunión del año
A pesar del bajo nivel de inflación, el ECB sigue considerando que las expectativas permanecen bien ancladas
La autoridad monetaria deja la puerta abierta a nuevas acciones pero sin anunciar nada concreto
Según Draghi, dos factores podrían ocasionar una respuesta del ECB: (1) un endurecimiento de las condiciones en los mercados monetarios; (2) un deterioro del panorama de inflación en el mediano plazo
Las expectativas de inflación son el factor clave para las futuras decisiones del ECB
En línea con lo esperado, el Consejo de Gobierno no hizo ningún anuncio relevante en su primera reunión del año. El ECB mantuvo la tasa de referencia en un mínimo histórico de 0.25% y no anunció nuevas medidas no convencionales. Los reportes más recientes de confianza y de actividad continúan sugiriendo una recuperación frágil en los próximos meses, en línea con la expectativa del ECB. Adicionalmente, el modesto declive de la inflación en diciembre en 0.1pp a 0.8%, que se deriva principalmente de un cambio de metodología en Alemania, no preocupó demasiado a la autoridad monetaria, según lo señaló el presidente Draghi. El Consejo considera que la inflación permanecerá alrededor de los niveles actuales en el corto plazo (con “riesgos limitados al alza y a la baja”) y que las expectativas permanecen bien ancladas.
La autoridad monetaria deja la puerta abierta a nuevas acciones pero sin anunciar nada concreto. Observamos pocos cambios en el comunicado en comparación con el de diciembre. El Consejo se sigue enfocando en la intervención verbal, reiterando “firmemente” que mantendrá las tasas en los niveles actuales o más bajos por un periodo prolongado de tiempo (forward guidance) y enfatizando que mantendrá una política acomodaticia por el tiempo necesario. Sin embargo, el presidente Draghi no especificó las acciones que se podrían tomar, señalando que todos los instrumentos autorizados por el Tratado de la UE son “elegibles”. Los factores de riesgo que podrían ocasionar una respuesta por parte del ECB son (1) un endurecimiento de las condiciones en los mercados monetarios; (2) un deterioro del panorama de inflación en el mediano plazo, en línea con lo que ya había señalado en los últimos meses.