Ante el proceso electoral de junio y posibles cambios en las políticas económicas, se analiza la influencia que puede ejercer el nuevo poder político ante el contexto económico, la integración con América del Norte y otros mercados internacionales.
¿Cuál sería la ruta del crecimiento económico en México sin AMLO?
Se espera que la economía mexicana crezca en promedio entre 2.0% - 2.2% en 2024 y 2.0% en 2025, después de que en 2023 creció 3.2%, el segundo año consecutivo de crecimiento que superó el 3%, una moderación después del rebote posterior a la pandemia.
Uno de nuestros pilares económicos son las exportaciones, las cuales en 2023 tuvieron un valor de 593 mil millones de dólares, un máximo histórico; en 2024 podrían alcanzar los 640 mil millones de dólares.
De los principales datos en el actual sexenio, fue la consolidación de México como primer socio comercial de los Estados Unidos, con casi el 16% de la participación del mercado, en gran parte, por la gran confrontación entre Washington y China, y la necesidad de diversificar las cadenas de suministro después de la pandemia, lo que colocó a nuestro país en una posición ventajosa.
Por otra parte, China es el segundo socio comercial de México desde hace más de veinte años, por lo que las tensiones entre Washington y Pekín lo colocaría en una situación “incómoda”, ya que un 20% de las importaciones de México, sobre todo de partes y componentes para ser exportados provienen del país asiático. Estados Unidos monitorea los movimientos chinos en México, sobre todo si hay planes de que nuevas fábricas puedan usarse para acceder al mercado automotriz estadounidense. De hecho, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que la expansión china en México representaría una seria preocupación para el tratado de libre comercio.
En cuanto a la Inversión Extranjera Directa, al cierre del primer trimestre, la Secretaría de Economía informó sobre una cifra de 20 mil 313 millones de dólares, un aumento de 9% contra el mismo lapso del año pasado, pero el 97% de esta inversión fue por concepto de reinversión de utilidades de las empresas extranjeras en México y menos de 3% a nuevas inversiones, cayendo 35% respecto al primer trimestre del 2023.
Hay optimismo para estos números en los próximos meses. Aunque el “boom” exportador de México no es algo nuevo, el Nearshoring brinda buenas perspectivas de crecimiento, siempre y cuando se consideren políticas para aprovechar la relocalización en todo el país, no solo en el norte y centro de México, impulsando a las industrias de manufactura, inmobiliario industrial y las orientadas a la exportación.
Muchos se preguntan si la relación comercial entre Estados Unidos y México cambiaría drásticamente dependiendo de quien gane las elecciones del próximo 2 de junio; en lo que respecta a México, y lo que se percibe hasta el momento, es que las dos principales candidatas se manifiestan a favor del comercio. Ante el cambio de gobierno en ambos países se espera una mayor integración comercial.
Frente a una posible volatilidad del mercado que puedan generar las elecciones, según Fitch Ratings, las empresas mexicanas cuentan con estructuras saludables de capital, suficiente liquidez y niveles moderados de deuda.
Por cierto, otro reto de la próxima administración en México es la calidad y condiciones del empleo en el país. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, al cierre de marzo 2024, México registró una tasa de desempleo del 2.6%, similar a la de Japón, y menor a la de Corea, de 2.8%, pero más de la mitad de la población ocupada en nuestro país trabaja en la informalidad.