Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Durante la última semana, los inversores han estado vendiendo dólares estadounidenses y, por desgracia, en el anuncio de política monetaria de julio de la Reserva Federal este miércoles, el equipo de Jerome Powell no ha logrado cambiar la tendencia. En cambio, el banco central ha advertido de que el coronavirus plantea riesgos considerables y que utilizarán toda la gama de herramientas a su alcance para respaldar la economía. Los inversores han reaccionado llevando el billete verde a nuevos mínimos con respecto a las demás monedas principales. El EUR/USD sigue recibiendo la mayor parte de los flujos, pero la GBP/USD, el USD/CHF y el AUD/USD también han disfrutado de una importante demanda. Aunque el billete verde cerró la jornada lejos de sus mínimos, sigue luchando para atraer compradores. Parte de esto tiene que ver con el presidente de la Fed, Jerome Powell, que ha dicho que el gasto de los hogares se ha recuperó de aproximadamente la mitad de la caída, pero la inversión empresarial aún no ha mostrado una recuperación, la pandemia ha dejado una huella significativa en la inflación, la subida de los precios de los alimentos se ha sumado a las cargas y el aumento de los casos de virus lastrará aún más la economía. A la luz del aumento de los casos de coronavirus, las muertes y la expiración de las ayudas adicionales para el subsidio por desempleo, nadie esperaba optimismo de Powell, lo que podría explicar la respuesta relativamente discreta en los mercados. Las acciones se aferraron a sus ganancias anteriores, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense cerró la jornada a la baja.
Todo apunta a que el informe del PIB del segundo trimestre del mañana reforzará las preocupaciones del banco central sobre la economía estadounidense. Según Powell, ésta será la peor lectura del PIB de la historia. La reciente venta de dólares sugiere que los inversores ya han dado por hecho un informe discreto, pero a diferencia del PIB del primer trimestre, la recuperación podría perder fuelle en los próximos meses. Un estímulo fiscal fuerte o una vacuna sería una panacea inmediata, pero la posibilidad de que cualquiera de esas dos cosas ocurra en el corto plazo es escasa. Los inversores están preocupados por el PIB, pero su principal preocupación es lo que suceda después de que las ayudas de desempleo adicionales sean reemplazadas por un programa que apenas satisface las necesidades de la mayoría de los estadounidenses.
En cambio, la persistente fortaleza del euro refleja las positivas previsiones del mercado para la eurozona. Los datos siguen mejorando y, por ahora, las previsiones del PIB del tercer trimestre son más halagüeñas. Así que, si bien se espera que el crecimiento del PIB de Alemania se contraiga aún más en el segundo trimestre, la recesión —si la hay— sólo será técnica. Las reaperturas han llevado a la recuperación del gasto y, según los últimos informes, las mayores recuperaciones del gasto han ocurrido en Francia y Alemania, donde el consumo ha repuntado hasta alcanzar niveles casi precoronavirus. Los inversores siguen de cerca el reciente repunte de los casos de virus en Europa, pero por el momento, el ritmo de recuperación, el control sobre el COVID-19 y las previsiones generales para la eurozona son más brillantes que las de Estados Unidos, lo que explica el fuerte repunte del euro. En todo el mes de julio, el par EUR/USD cayó sólo cinco días.
Las tres divisas vinculadas a las materias primas subían este miércoles, con el dólar australiano a la cabeza de la subida. El informe de inflación de Australia fue mejor de lo esperado, indicando una ligera caída de los precios en el segundo trimestre. La libra esterlina también ha subido tras la mejora de las cifras de concesiones hipotecarias y un descenso menor de los precios de las tiendas.