Wall Street no perdió la oportunidad para celebrar el 4 de julio como se festejan estos días patrios: con fuegos de artificio, por todo lo alto, con el Dow 30, por primera vez en la historia, por encima de los 17,000 pts. Ayer lo auguramos cuando hablábamos de la extrema laxitud de la política monetaria, y cómo ese comportamiento de los bancos centrales está, a juicio del Banco de Pagos Internacionales, propiciando excesos y burbujas, generando esa obnubilación en los mercados financieros que puede terminar siendo muy pernicioso. Decíamos que el dato de empleo de hoy podía dejar servido los 17,000 pts del Dow para pasar por todo lo grande el 4 de julio. Y así fue.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones ganaba un 0.54% y por fin quebró los 17,000 pts. Lo hizo desde el principio de la sesión y ya no perdió ese nivel. Al cierre, cotizaba en los 17,068.26 pts. Con esto, el avance del Dow Jones en el año es de 3%. El Nasdaq fue el mejor índice de la jornada: ganó un 0.63% y acabó en los 4,485.93 pts. En el año asciende un 7.4%. El S&P’s 500 se apreció en la sesión un 0.55% y también acabó en un récord histórico, los 1,985.44 pts. En el año empata con el Nasdaq con una subida del 7.4%. Él es el siguiente objetivo: tiene a los 2,000 pts en la mira al estar sólo un 0.7% por debajo de ese nivel.
El detonante de hoy, del avance de hoy, fue el poderoso dato de empleo de junio, que resultó mejor de lo previsto. La nómina no agrícola de junio aumentó en 288,000, muy por encima de los 215,000 que esperaba el consenso de Bloomberg. Se revisaron al alza los datos de mayo y abril, llevamos cinco meses consecutivos con creaciones de empleo por encima de los 200,000, y en el caso de abril superó los 300,000. La tasa de desempleo ha seguido descendiendo y se halla ya en 6.1%, por debajo del 6.3% que estimaban los analistas, y el nivel más bajo desde septiembre de 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers.
Al mercado le gustó el dato. Quizás se inquietó un poco al inicio, ante el temor de que un dato demasiado fuerte podía incrementar la presión sobre la Fed y anticipar el inicio de una subida de tasas. Pero al fin y al cabo, eso no está cercano: primero hay que terminar el llamado “tapering”, el programa de reducción de estímulos monetarios hasta concluirlo al final de año, y habrá que esperar hasta el año que viene para ver el primer anuncio de subida de tasas.
Por tanto, Wall Street madrugó, se desayunó un buen dato de empleo, festejó, bajó temprano las persianas y se fue de largo fin de semana, a las playas, que allí por Nueva York es verano y está muy fuerte el calor.