Este martes, la bolsa de valores china inició sus operaciones con una fuerte ola de pérdidas, debido a las ventas desesperadas que han afectado, y están afectando, en gran medida a la economía global en su totalidad.
La bolsa china viene arrastrando grandes pérdidas en los últimos días, para dar un ejemplo, el lunes 23 de agosto, cerró con pérdidas masivas de 8.6%, números que no se veían desde el año 2007.
Esto trae grandes consecuencias para toda la economía mundial, ya que China es la segunda economía más grande del mundo. Los inversores de todo el mundo se muestran un poco asustados por la volatilidad que ha experimentado la bolsa china en los últimos tiempos, y a la vez, genera gran nerviosismo porque puede que la desaceleración esperada de dicha economía, sea más abrupta de lo esperado.
Hace poco, se dieron a conocer distintos datos que alimentan aún más el miedo de los inversores, ya que se supo que el sector manufacturero de China, uno de los sectores tradicionales del país y con más desarrollo en los últimos tiempos, tuvo una contracción mucho mayor de la esperada.
Desde que el gobierno chino devaluó el yuan, las bolsas de valores alrededor del mundo han registrado pérdidas de alrededor de 5 billones de dólares, generadas por el ya comentado temor de los inversionistas por la falta de estabilidad del mercado chino.
Wall Street fue uno de los más afectados por esta situación, ya que se registraron niveles de caídas históricos, los cuales no se habían visto desde la crisis del año 2008, por lo cual, el miedo a una crisis económica mundial está latente y mantiene en vilo a muchos inversionistas y muchos gobiernos que se verían severamente afectados con esta situación.
Pero los mayores afectados por esta alarmante condición de la economía china, son los países conocidos como “emergentes”, países que concentran la mayor parte de su economía en la venta de materias primas a las empresas del gigante asiático, quien es el mayor consumidor mundial; lo que se traduce en que, a un menor ritmo de crecimiento de la economía china, las empresas del país asiático compran menos materia prima y esto trae como consecuencia un desarrollo mucho menor para dichos países.
En un intento poco ortodoxo del gobierno chino para tratar de calmar un poco las aguas, se procedió a la intervención del banco central de la nación, limitando de manera agresiva la venta desesperada de acciones que estaba ocurriendo hasta ese momento, por otra parte, el gobierno inyectó grandes cantidades de dinero a los ejecutivos de las casas de bolas para que compraran acciones.
Además, decidió bajar las tasas de interés para depósitos y préstamos de las instituciones financieras, con la intención de reducir lo más posible los costos generales de los préstamos para negocios y generar un mayor flujo de capital, tratando así de reactivar la economía.
Este movimiento por parte del gobierno, logró suavizar la caída de las bolsas asiáticas, logrando cerrar en las últimas horas a la alza, deteniendo una racha de 7 jornadas consecutivas de pérdidas.