El progreso de la Casa Blanca en el frente del estímulo probablemente decidirá el rumbo de la mayoría de los precios de las materias primas esta semana, incluido el oro. Pero la capacidad del petróleo para alcanzar nuevos máximos podría estar determinada más bien por cómo hace frente a su talón de Aquiles, el coronavirus, y a un nuevo problema emergente: Irán.
¿Aprobará al Senado el estímulo de Biden?
Lo que suceda a partir de ahora es realmente clave debido a la especulación en torno a que la administración podría tener problemas para conseguir la aprobación de un paquete de ayudas tan grande en el Senado sin el adecuado apoyo bipartidista. La configuración actual del Senado sólo da a los demócratas partidarios del presidente Biden una mayoría de uno y eso sólo gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
El compromiso de la administración, por lo tanto, podría ser tratar de aprobar una serie de paquetes de ayuda de tamaño medio, en lugar de cuotas de billones de dólares. Eso podría significar una subida más lenta de los precios del oro en lugar del repunte de vuelta a máximos históricos por encima de los 2.000 dólares por onza que muchos anticipaban hace un par de meses.
Durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, el oro parecía reflejar algunas de esas preocupaciones, pues el contrato de referencia de febrero del Comex de Nueva York ha descendido 6 dólares por onza hasta situarse en torno a 1,850 dólares.
El oro protagoniza un débil debut por las razones equivocadas
Pero un examen cruzado más detallado de los mercados indica pocas razones para la caída del oro, perdiendo el índice dólar el breve respiro del viernes para caer por quinta vez en seis jornadas. El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años, de referencia, también ha permanecido plano. Pero el bitcoin —que se desplomó la semana pasada tras la vertiginosa subida hasta registrar máximos históricos en 40.000 dólares— parece haberse recuperado, favorecido por las instituciones en detrimento del oro, por estúpida que suene la idea en general.
Jeffrey Halley, jefe de investigación de Asia Pacífico en OANDA, ha dicho que el oro de febrero tiene el nivel de resistencia en 1.875 dólares, pero que es más probable que se sitúe en el nivel de apoyo de 1.837,50 dólares. Y añade:
"El oro sigue coqueteando con su media móvil de 200 días en 1.846 dólares. Un cierre diario por debajo de la MMD 200 probablemente señale otro lavado de posiciones largas especulativas hasta la región de 1.800 dólares por onza".
El mensaje de la Fed cae en saco roto
En la última quincena, el presidente de la Fed y su séquito de banqueros centrales han gritado a los cuatro vientos que no frenarán su compra de bonos en un futuro próximo. Pero los traders de bonos siguen haciendo oídos sordos, impulsando el rendimiento ante las esperanzas equivocadas, con los bajistas de oro de cómplices, encontrando la excusa para lastrar el metal precioso. A pesar del repunte del 1,4% de la semana pasada, los futuros del oro se mantienen un 2,4% por debajo en enero debido a las pérdidas combinadas de las dos primeras semanas del mes.
En cuanto al petróleo, los precios del crudo repuntan de nuevo tras experimentar el viernes su caída intradía más pronunciada de una semana, tras un aumento de las reservas de crudo de Estados Unidos. La Administración de Información Energética informó de un aumento de 4,35 millones de barriles para la semana que concluía el pasado 15 de enero, el primer aumento de las reservas del crudo de Estados Unidos frente a la semana que concluía el 7 de diciembre.
El petróleo del West Texas Intermediate de Nueva York indicador clave para el crudo estadounidense, sube 23 centavos, o un 0,4%, hasta 52,50 dólares a las 8:00 horas (CET). El WTI se dejó un 1,6% el viernes.
El Brent, referente mundial del crudo, que cotiza en la bolsa de Londres, se apunta un alza de 20 centavos, o un 0,4%, hasta 55,45 dólares. El Brent se desplomaba un 1,2% el viernes.
El petróleo se toma con calma la situación del Covid en China y las preocupaciones en torno a Irán… por ahora
El repunte del petróleo se produce a pesar de que el gran comprador China ha reportado una subida de los nuevos casos de COVID-19 este lunes, ensombreciendo un poco más las perspectivas de demanda en el mayor consumidor de energía del mundo, el principal pilar de fuerza para el consumo mundial de petróleo.
China también ha intensificado el bloqueo tras más de 10 meses de mantener la pandemia bajo control relativo.
Otra cosa que el mercado del petróleo tiene que tener en cuenta: los aumentos de producción de Irán ahora que ya no se espera que la administración Biden aplique rígidamente las sanciones de la era Trump sobre la República Islámica.
El viceministro del petróleo de Irán, Amir Hossein Zamaninia, dijo el viernes que la República Islámica ha comenzado a aumentar su producción de petróleo y espera alcanzar niveles previos a las sanciones en uno o dos meses. Irán enviaba hasta 4,0 millones de barriles al día antes de la represión.
Lo que está manteniendo el crudo por ahora son las nuevas reducciones de un millón de barriles al día de la producción anunciadas por Arabia Saudí el mes pasado de cara a febrero y marzo, y las esperanzas de un resurgimiento de la demanda de aquí a verano gracias a las vacunas contra el COVID-19.
Los técnicos también podrían favorecer al petróleo, según el analista de precios Sunil Kumar Dixit. El técnico de materias primas de SK Dixit Charting, con sede en Kolkata, India, añade:
"Un descenso hasta menos de 51,50 dólares lleva el WTI a 49 y hasta 48 dólares, y una venta por debajo de 48 dólares podría lanzarlo directamente al área de 43 dólares como una patata caliente”.
"Pero por el contrario, aunque lógicamente improbable, un movimiento sostenido por encima de 53,80 dólares podría impulsarlo hasta el área de 57-62 dólares. Así es el dinamismo del actual rango del petróleo”.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.