El peso cerró septiembre con una depreciación de 2.26% o 38.5 centavos, cotizando alrededor de 17.42 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 16.9728 y un máximo de 17.8168 pesos por dólar. Esta fue la mayor depreciación mensual del peso desde junio del 2022. En el tercer trimestre, el peso mostró una depreciación de 1.74% o 29.8 centavos, siendo la primera depreciación trimestral del peso desde el tercer trimestre del 2022 y la mayor desde el tercer trimestre del 2021. Durante el trimestre el tipo de cambio tocó un mínimo de 16.6262 el 28 de julio y un máximo de 17.8168 pesos por dólar el 27 de septiembre. La depreciación del peso se concentró en los meses de agosto y septiembre y se debió principalmente a tres factores:
1. Especulación de que la Reserva Federal hará otro incremento de la tasa de interés antes de que termine el año y que mantendrá la tasa en un nivel más elevado de lo anticipado en 2024. En Estados Unidos la inflación repuntó de 3.0% en junio a 3.7% en agosto, principalmente por un incremento de los precios de energéticos y en específico de la gasolina. En este contexto, varios oficiales de la Reserva Federal, incluyendo al presidente Jerome Powell, mencionaron que no se descarta otro incremento de la tasa en 2023, lo que se reflejó en las proyecciones del FOMC publicadas en el anuncio de política monetaria del 20 de septiembre.
Los factores que han alimentado esta expectativa son el crecimiento económico sostenido de Estados Unidos y el incremento de los precios del petróleo, pues la demanda por energéticos se mantiene fuerte al mismo tiempo que la OPEP y países aliados se han comprometido a mantener limitada la producción el resto del año. Por lo anterior, el precio del WTI cerró el trimestre cotizando en 90.84 dólares por barril, ganando 28.60%, tocando un mínimo de 69.69 y un máximo de 95.03 dólares por barril, nivel no visto desde 30 de agosto del 2022.
Debido a la especulación sobre la política monetaria de la Reserva Federal, el dólar avanzó 2.68% en el tercer trimestre, siendo el mayor incremento desde el tercer trimestre del 2022. Por su parte, la tasa de las notas del Tesoro a 10 años subió 74.2 puntos base en el trimestre a 4.57%, tocando un máximo de 4.6861% no visto desde el 16 de octubre del 2007.
2. Aversión al riesgo ante señales de desaceleración económica en China. Destacó la publicación en agosto de la Inversión Extranjera Directa del segundo trimestre que mostró un flujo de 4.9 mil millones de dólares, siendo el menor para cualquier trimestre desde que inició la serie en 1998. Las últimas cifras de comercio muestran que en agosto las exportaciones de China se contrajeron 8.8% y las importaciones 7.3%. Por su parte, la inflación se mantiene en un nivel bajo de 0.1% anual en agosto, con la inflación del productor ubicándose en -3.0%. Cabe recordar que China es la segunda mayor economía del mundo, por lo que señales de un estancamiento económico generan aversión al riesgo, principalmente en activos de economías emergentes o de economías productoras de materias primas.
Otro factor que generó aversión al riesgo fue el recorte de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de la calificadora Fitch, de AAA a AA+, debido al alto endeudamiento, el deterioro de la gobernanza y los acuerdos de último minuto para elevar el techo de la deuda, lo que ha erosionado la confianza en el manejo fiscal del gobierno.
3. Aversión al riesgo relacionada con México. Durante el trimestre se incrementaron las preocupaciones sobre las finanzas públicas. Por un lado, la agencia calificadora Fitch Ratings dijo que el apoyo del gobierno a Pemex puede tener un efecto negativo sobre la calificación soberana. Por otro lado, el 8 de septiembre se publicó el Paquete Económico 2024, en donde el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación destaca un crecimiento del gasto total de 4.2% respecto a lo aprobado para 2023 pero una caída de 11% del gasto en inversión, por lo que el crecimiento se concentra en gasto corriente e incumple con el Artículo 73 de la CPEUM. Por su parte, el costo de la deuda se incrementará 11.8%, subiendo a 3.7% del PIB. Como resultado de un mayor gasto, el Paquete Económico considera un déficit presupuestario del 4.9% del PIB en 2024, que sería el mayor desde 1988, lo que eleva el riesgo de recortes a la calificación crediticia.
Otro factor que alimentó la aversión al riesgo fue la solicitud formal de un panel de resolución de controversias por parte de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés). En el panel se planteó someter a evaluación las restricciones en México para el uso del maíz transgénico. De acuerdo con la secretaría de economía, Raquel Buenrostro, el panel ya está trabajando y se espera una resolución final para marzo del 2024. Cabe recordar que, de fallarse en contra de México, Estados Unidos podría imponer medidas compensatorias que podrían afectar las exportaciones mexicanas o presionar aún más las finanzas públicas. Si bien el panel del maíz es un riesgo para México, también se consideró una advertencia pues las consultas en materia energética podrían convertirse en un panel, que de fallar en contra de México sería cinco veces más relevante en términos de las multas que podrían imponerse en contra de México. Un panel de energía y su respectiva multa podría llevar a un recorte casi inmediato de la calificación crediticia de la deuda soberana de México.
Otro factor que genera aversión al riesgo son las noticias de que Pemex enfrenta litigios iniciados por proveedores con quienes acumula adeudos. Lo anterior es una señal de los problemas de liquidez de la petrolera que recibirá recursos del gobierno para el pago de vencimientos de deuda. Asimismo, el adeudo con proveedores compromete sus propias proyecciones de producción.
Es importante agregar que parte del impulso al alza del tipo de cambio se concentró el 31 de agosto, cuando el Banco de México anunció la decisión de la Comisión de Cambios de recortar el programa de coberturas cambiarias. Este programa fue iniciado en 2017 y reemplazó al de subastas antes las críticas del Fondo Monetario Internacional de que el Banco de México estaba erosionando las reservas internacionales. El programa de coberturas consistía en forwards que son un instrumento derivado hecho a la medida en monto y cantidad (OTC, over the counter). Las condiciones en el mercado cambiario han cambiado de manera significativa desde que inició el programa. El peso mexicano ya no muestra una alta volatilidad, ni está sujeto a depreciaciones fuertes que necesiten ser suavizadas.
En el tercer trimestre, las divisas más depreciadas fueron: el peso argentino con 36.33%, el peso chileno con 11.35%, el rublo ruso con 9.22%, el florín húngaro con 7.84%, el zloty polaco con 7.63%, la corona checa con 6.09% y la lira turca con 5.41%. Entre divisas relevantes, la libra esterlina se depreció 3.97%, el yen japonés 3.51% y el euro 3.08%. El peso mexicano se ubicó en la posición 22 entre las divisas depreciadas. Pocas divisas ganaron terreno en el trimestre: el peso colombiano con 2.26% y la corona noruega con 0.38%.
En la semana comprendida entre el miércoles 20 y el martes 26 de septiembre, las posiciones especulativas netas a la espera de una apreciación del peso en el mercado de futuros de Chicago, disminuyeron en 3,017 a 60,633 contratos de 500 mil pesos cada uno. Con lo anterior, durante el tercer trimestre las posiciones netas a favor del peso disminuyeron en 35,716 contratos o 37.07%. Esta caída es consistente con la depreciación del peso durante el mismo periodo.
En la semana del 14 al 20 de septiembre, los préstamos y arrendamientos totales concedidos por la banca comercial en Estados Unidos mostraron un crecimiento de 0.02% semanal o 3.04 mil millones de dólares, desacelerándose del crecimiento registrado la semana anterior de 0.06% o 7.22 mil millones de dólares. Con lo anterior, los préstamos se ubicaron en un total de 12,201.23 mil millones de dólares. Los depósitos de toda la banca comercial de Estados Unidos, registraron un crecimiento de 0.28% semanal o 48.68 mil millones de dólares, después del retroceso de 0.05% en la semana previa. Al último dato disponible, los depósitos alcanzaron un total de 17,344.76 mil millones de dólares y, al interior, el incremento estuvo explicado por ambos componentes: 1) grandes depósitos a plazo (+1.09%) y 2) otros depósitos (+0.17%). Cabe mencionar que el subcomponente de grandes depósitos a plazo acumula 19 semanas consecutivas de crecimiento.
Al último dato disponible del 27 de septiembre, los bancos usaron 3,193 millones de dólares de la ventana de descuento, mostrando un aumento semanal de 3.74%. No obstante, este crecimiento muestra una desaceleración significativa con respecto a las últimas dos semanas de 31.55% y 14.08%. Por su parte, el programa de liquidez a plazo otorgado por la Reserva Federal a la banca comercial se ubicó en 107,715 millones de dólares, aumentando 0.11% semanal, tras el retroceso de 0.36% de la semana previa. El programa de liquidez a plazo en conjunto con la ventana de descuento sumó un apoyo a la banca de 110,908 millones de dólares, aumentando 0.21% respecto a la semana anterior (110,677 millones de dólares).
Por otro lado, en México, la Secretaría de Hacienda publicó las cifras de finanzas públicas acumuladas hasta agosto. En el periodo enero-agosto los ingresos totales se ubicaron en 4,647,979.6 millones de pesos, es decir 152,373.2 millones de pesos o 3.2% por debajo de lo programado para el periodo. Al interior, los ingresos petroleros se ubican por debajo de lo proyectado en 196,872.3 millones de pesos, equivalente a 21.8% por debajo del presupuesto. Por su parte, los ingresos no petroleros se ubicaron por arriba de lo programado en 44,499.1 millones de pesos o 1.1%. Sin embargo, al interior los ingresos por IVA siguen por debajo de lo programado en 129,771.6 millones de pesos o 13.4%, impactando a los ingresos tributarios.
En cuanto al gasto, en el mismo periodo se observa un subejercicio de 288,257.7 millones de pesos, equivalente a 5.28% de lo programado. En los ocho meses del año el gasto total excede a los ingresos totales en 524,412.9 millones de pesos, lo que también se conoce como balance presupuestario. Si a esto se incluye el balance de entidades bajo control presupuestario indirecto, da el balance público que muestra un déficit de 512,539.1 millones de pesos. Para fines de comparación, en el mismo periodo del 2022 el balance público se ubicó en 242,027.7 millones de pesos, lo que implica un crecimiento anual de 99.6%.
Un factor que podría generar aversión al riesgo en los mercados al comienzo de la siguiente semana es un probable cierre parcial del gobierno de Estados Unidos. Hoy viernes la resolución de gasto impulsada por los republicanos más radicales de la Cámara de Representantes fue rechazada con 198 votos a favor y 232 votos en contra, entre los que destacan 21 votos de republicanos con una postura moderada. Debido a que no se ha aprobado una resolución de gasto, circula en medios que el Senado trabajará el sábado para aprobar una medida de emergencia que evite el cierre del gobierno, aunque no se sabe si será posible que tenga el respaldo suficiente de los republicanos. De no aprobarse medidas, el cierre parcial del gobierno iniciaría el domingo 1 de octubre.