Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Las próximas dos semanas serán movidas en el mercado de divisas pero la falta de datos económicos del lunes ha llevado a una calma relativa en el mercado. El billete verde subió con respecto a las demás monedas principales después de que el presidente de la Fed Rosengren sugiriera que no apoya un recorte de los tipos. En una entrevista para la CNBC el viernes, calificó la economía de robusta y le dijo que no quiere relajar la política monetaria cuando la economía va perfectamente bien. Como miembro votante del FOMC, sus palabras tienen mucho peso en el mercado. Incluso aunque votara en contra del recorte de los tipos la semana que viene, todavía hay suficiente apoyo en el banco central para la flexibilización pero su voz contribuye al coro de banqueros centrales que se inclinan por un recorte de 25 pb y no de 50 pb este año. Los traders de bonos permanecen impertérritos ante sus declaraciones y hacen descender el rendimiento de los bonos del Tesoro pero el Dow ha subido ligeramente. El par USD/JPY se sitúa por debajo de 108 y el repunte debería limitarse al nivel de 108,75.
El viernes hablábamos sobre la posibilidad de que el par USD/CAD tocara fondo, y estamos viendo claros indicios de que la tendencia está cambiando su rumbo desde ayer. El par USD/CAD cerró por encima de 1,31 por primera vez en más de una semana y este movimiento abre la puerta a un repunte más fuerte hacia 1,34. A pesar de que los precios del petróleo subieron ayer, la tendencia general del crudo y el margen de rendimiento Estados Unidos-Canadá han favorecido una recuperación y que el par USD/CAD toque fondo y se mantenga así un tiempo. Por insignificante que pueda parecer, la sorprendentemente pronunciada caída de las ventas minoristas, que descendieron un 1,8%, la mayor caída desde enero de 2015, podría haber sido la gota que colmó ese vaso.
El Reino Unido tendrá nuevo primer ministro. Tras semanas de votaciones, la cuestión se ha reducido a dos candidatos - Boris Johnson y Jeremy Hunt. Johnson tiene una fuerte ventaja sobre Hunt así que, salvo sorpresa, el exalcalde de Londres se convertirá en el nuevo dirigente de la nación. Fue una voz clave en la campaña a favor de la salida durante el referéndum de 2016 y continúa desarrollando una estrategia de mano dura. Así que aunque su victoria parece estar clara, su nombramiento oficial podría hacer caer la libra esterlina pues aumentaría las probabilidades de un Brexit sin acuerdo. La tarea más urgente e importante para el nuevo primer ministro será lograr un acuerdo con la UE que sea aceptable para el Gobierno. La fecha límite para un acuerdo expira el 31 de octubre, pero se dice que Bruselas ofrecerá una ampliación. A pesar de toda la angustia, el mercado cree que un acuerdo entre bastidores ayudará a evitar un Brexit sin acuerdo. Esta última semana la Cámara de los Comunes aprobó una medida que impediría al primer ministro prorrogar (suspender) el Parlamento y forzar una salida sin acuerdo. Al mismo tiempo, los datos del Reino Unido siguen sorprendiendo; la tasa de crecimiento de los salarios es la mejor del G-7. El empleo se mantiene estable y las ventas minoristas indican que el consumidor británico está dispuesto a gastar, a pesar de la agitación política. Todo esto nos prepara para un gran repunte si el Reino Unido y la UE llegan a algún tipo de acuerdo. En este punto, la oposición a un Brexit duro parece inquebrantable e independientemente del tono agresivo del discurso de los Tories, los inversores son optimistas en cuanto a que el siguiente paso será un aplazamiento del Brexit y no una salida sin acuerdo.
Por último pero no por ello menos importante, el dólar neozelandés sigue siendo la moneda que mejor actuación ha ofrecido. El par NZD/USD registró máximos de dos meses la semana pasada y el último movimiento ha sido impulsado por el optimismo de las conversaciones comerciales. Los datos de la región también se han mantenido estables. Las cifras del mercado laboral australiano fueron mejores de lo esperado y el el crecimiento del PIB de China superó las expectativas tras los robustos datos de ventas minoristas y producción industrial. La actividad del sector servicios de Nueva Zelanda, más discreta de lo previsto, no ha importado mucho porque las presiones inflacionarias se aceleraron en el segundo trimestre, disminuyendo la necesidad de más relajación monetaria por parte del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda. Los datos, en general, han sido mejores de lo esperado; la vivienda, el gasto y la actividad manufacturera han mejorado. Esto ha contribuido a que el dólar neozelandés supere a todas las demás monedas principales y esperamos que esto siga así mientras el mercado aguarda el primer recorte de los tipos de interés de la Fed desde la crisis financiera mundial.