Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
En lo que respecta al billete verde, los datos de ventas minoristas y el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan de Estados Unidos que se publican el viernes son los informes económicos más importantes en la agenda de esta semana. Los inversores llevan esperando dos cosas desde el lunes: el progreso en las conversaciones sobre la implementación de medidas de estímulo y una actualización sobre la recuperación. Los datos de inflación, si bien son interesantes, tienen muy poco impacto en los mercados en un mundo de tipos de interés cero sin cambios por parte de los bancos centrales en el futuro previsible. Las conversaciones del Congreso se estancaron sin señales de progreso tras una llamada clave entre la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin. Según Pelosi, los demócratas y la Casa Blanca están "a kilómetros de distancia", lo que sugiere que aún están lejos de un acuerdo. La presión sobre el mercado refleja la decepción del mercado con los legisladores y sus temores de que cuanto más tiempo continúe esto, mayor será el impacto en la economía y el gasto de los consumidores. Es a través de esta lente que mirarán el informe de ventas minoristas de este martes.
Se espera que las ventas minoristas hayan aumentado a un ritmo más lento en el mes de julio, pues los economistas pronostican que el gasto aumentará un 2%, frente al 7.5% de junio. Excluyendo los automóviles y el gas, la demanda debería haber disminuido aún más. Sin embargo, el crecimiento de la remuneración media por horas vuelve a ser positivo, y Redbook ha reportado un repunte del gasto y la estabilización de los precios del gas el mes pasado, así que hay margen para que los datos superen las expectativas. Las previsiones han empeorado ligeramente, por lo que es factible que el gasto se mantenga en el rango del 2.5% al 4%, por debajo del nivel de junio aunque mejor de lo esperado. Al principio, unos datos robustos deberían ser positivos para el billete verde, pero a menos que sea una cifra extraordinaria (un 6% o más), el repunte podría ser de corta duración porque la expiración de la ayuda adicional al subsidio por desempleo junto con la falta de progreso en Washington implica que el gasto podría ralentizarse aún más.
El miércoles, el Departamento de Trabajo dio instrucciones sobre cómo implementar la orden ejecutiva que amplía los beneficios federales de desempleo firmados por el presidente Trump durante el fin de semana. Los votantes estadounidenses recibirán 300 dólares por semana, ya que los 100 dólares adicionales de ayudas estatales son opcionales. Incluso al 50% de los beneficios anteriores algunas familias van a sufrir un golpe que afectará a su gasto. No hay que perder de vista el par USD/JPY pues el de 107 ha sido el nivel de resistencia clave. Si supera este nivel tras unas buenas cifras, un pico rápido es posible a menos que los datos sean inequívocamente positivos.
Mientras tanto, el dólar neozelandés cayó bruscamente tras las prudentes declaraciones del Banco de la Reserva. A principios de esta semana, el banco aumentó sus compras de activos y sugirió que podrían hacer falta más estímulos, incluida la posibilidad de unos tipos negativos. Geoff Bascand, del RBNZ, ha dicho este lunes que la política monetaria podría relajarse más, mientras que Yuong Ha, miembro también del RBNZ, dijo que podría ser preferible un debilitamiento de la divisa de Nueva Zelanda. El país ha informado además de 14 nuevos casos de virus, ascendiendo el total a 17. En respuesta, Auckland sigue confinada y, según la primera ministra, Jacinta Arden, van a esforzarse "mucho y pronto", para combatir el COVID-19, lo que puede incluir ajustes rápidos y decisivos del confinamiento. El euro, la libra esterlina y el dólar canadiense subían ante las ganancias del dólar estadounidense.