Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Los inversores continuaron comprando dólares este jueves a pesar de unos datos más débiles de lo esperado del índice manufacturero de la Fed de Filadelfia y las solicitudes de subsidio por desempleo. Los participantes del mercado están convencidos de que estas decepciones se desvanecerán a medida que la economía mejore porque la mejora de las proyecciones económicas de la Reserva Federal ha impulsado la confianza en que la recuperación ganará fuelle.
Dicho esto, el USD/JPY cayó desde sus máximos tras los datos de Estados Unidos. Otras de las principales monedas han bajado ligeramente frente al billete verde. El dólar se mantuvo estable porque el miércoles la Reserva Federal dio a los alcistas todo lo que esperaban. Admitieron que podría ser el momento de hablar de expansión cuantitativa, adelantaron sus pronósticos de subida de los tipos y mejoraron casi todas sus previsiones económicas. El presidente Powell admitió que la inflación podría ser más elevada y más persistente de lo que esperaban.
Gracias a los agresivos pronósticos económicos de la Reserva Federal, las perspectivas del dólar estadounidense son sólidas. Los inversores seguirán pasando por alto la debilidad de los datos y se centrarán por completo en las declaraciones de los bancos centrales de Estados Unidos y del extranjero.
El período de calma para los responsables de la política monetaria estadounidense ha terminado y será interesante ver si su discurso también cambia. Dada la moderada venta de acciones y la caída del rendimiento de los bonos del Tesoro el jueves, las autoridades estadounidenses deberían sentirse cómodas confirmando que deben comenzar las discusiones sobre la reducción de las compras de activos, lo que sería positivo para el dólar.
Los traders deberían seguir pendientes de las acciones. Reducir las compras de activos y adelantar la fecha de subida de los tipos de interés no es positivo para las acciones. Las pérdidas del S&P 500 han sido limitadas, pero el Dow Jones de Industriales cerró a la baja por 9º jornada consecutiva de negociación, su racha más larga de debilidad desde marzo de 2017. Más pérdidas por parte de las acciones lastrarán los cruces de divisas con yen e impulsarán el avance del dólar.
La demanda de billete verde eclipsó por completo los informes económicos de Australia y Nueva Zelanda, que resultaron mejores de lo esperado. Australia reportó el mayor aumento de empleo en un mes desde octubre. En un total de 115,000, fue tres veces mayor de lo previsto con sólidos aumentos del empleo a tiempo completo y parcial.
La tasa de desempleo, que se esperaba que se mantuviera estable en el 5.5% cayó a mínimos prepandemia del 5.1%. Tanto el mercado laboral de Australia como el de Nueva Zelanda han vuelto a los niveles previos a la pandemia. La economía neozelandesa creció un 1,6% en el primer trimestre, tres veces más rápido de lo previsto. En términos anuales, el crecimiento del PIB se aceleró del 2,4% al -0,8%. Estos informes deberían haber sido tremendamente positivos para las divisas neozelandesa y australiana, pero fueron dos de las monedas que peor actuación ofrecieron.
La moneda más débil ha sido el franco suizo, que cayó casi un punto porcentual frente al dólar. La divergencia de política monetaria entre los bancos centrales es cada vez más pronunciada y en el caso del Banco Nacional Suizo, que se ha reunido este jueves, su decisión de afirmar sus tipos de interés en el -0.75% puso de relieve la brecha cada vez mayor entre la política monetaria de Estados Unidos y Suiza.
La moneda más resistente ha sido la libra esterlina. Las cifras de ventas minoristas se publicarán mañana. Al igual que la inflación y el empleo, el riesgo es al alza. Los economistas creen que el crecimiento del gasto se desacelerará tras el fuerte aumento del mes pasado, pero las actuales reaperturas y el fuerte aumento de la remuneración media por hora sugieren una saludable demanda minorista.