Frente a un rumbo de economía cambiante, volatilidad, y necesidad de cubrir los riesgos, podemos protegernos del tipo de cambio, tasas de interés, índices bursátiles, acciones y materias primas invirtiendo en derivados.
El Mercado Mexicano de Derivados (MexDer) forma parte del Grupo Bolsa Mexicana de valores y cumple 25 años de operación. Su principal función es proveer las instalaciones, mecanismos y procedimientos adecuados para la celebración de operaciones con Contratos de Futuro, Contratos de Opción y Contratos de Swaps, siendo instrumentos que permiten fijar hoy el precio de compra o venta de un activo financiero (dólares, euros, bonos, acciones, índices, tasas de interés) para ser pagados o entregados en una fecha futura.
José Miguel de Dios Gómez, director general de MexDer, señala que actualmente se opera en promedio diario 360 millones de dólares en el futuro del dólar (el contrato más operado); con los swaps de TIIE de 28 días se opera entre 3 mil y 3 mil 500 millones de pesos por día, el doble de lo registrado en 2022; y el tercer producto que más operación registra son los futuros del IPC, con mil 500 millones de pesos.
El origen de los derivados es la cobertura de precios. A mediados de la década de los noventa, con el objetivo de ofrecer mecanismos de cobertura sobre variables económicas, se integró un equipo de trabajo para diseñar la infraestructura operativa, legal y tecnológica necesaria para la creación de un mercado de derivados en México. MexDer inició en diciembre de 1998.
“Su primera operación fue un futuro del dólar; pero el mercado de derivados empezó a planearse desde 1995. En aquel tiempo vivimos una crisis importante: la devaluación del peso y un repunte de las tasas de interés. Se tenía que hacer algo para que los mexicanos pudiéramos protegernos ante los riesgos y periodos de crisis. Conforme han pasado los años hemos vivido otras crisis; no podemos evitar los problemas pero si mitigarlos”, comenta José Miguel de Dios Gómez.
Hay “mitos” en torno a los derivados, sobre todo después de la crisis del 2008 cuando fueron señalados como instrumentos financieros “de cuidado”. Durante el podcast Bolsa Mexicana, José-Oriol Bosch, director general del Grupo BMV, habló sobre los retos del mercado.
“El reto es la falta de educación financiera. Tenemos que corregir una imagen equivocada de los derivados y explicar que son realmente; explicar las ventajas, las desventajas y que se puedan evaluar. El Grupo Bolsa Mexicana de Valores ha tenido la labor de impulsar el crecimiento de la educación financiera en el país”, señala.
Para Jiyouji Ueda, director general de Contraparte Central de Valores de México (CCV), sólo es peligroso aquello que no dominas, que no conoces, y que en consecuencia no sabes administrar.
“Los derivados son herramientas esenciales para administrar los riesgos y maximizar rendimientos con estrategias inteligentes. Es más peligroso dejar nuestras inversiones expuestas a las fluctuaciones de tipo de cambio, tasas de interés o precios del activo sin una cobertura”, indica.
Otro mito es que se requiere mucho dinero para operar en derivados.
“Tan sólo con 9 mil pesos como depósito de garantía inicial puedes operar un futuro del dólar que ampara 10 mil dólares en MexDer, lo que significa que sólo requieres un 5.7% de inversión inicial como depósito de garantía”, comparte Jiyouji Ueda.
Un tercer mito es que son instrumentos para grandes corporativos.
“Cualquiera puede operar derivados. Una persona física puede hacerlo”, concluye.