• La inflación CPI de abril fue de 8.3% menor al dato previo de 8.5%.
• El resultado refleja en gran medida el retroceso de los combustibles en 6.1% m/m.
• Sin embargo, la inflación subyacente alcanzó 6.2% a/a frente a 6.0% estimado.
La Fed se verá presionada subir al menos 50 puntos base en su reunión de junio
Hoy por la mañana se publicaron las cifras de la inflación al consumidor en Estados Unidos para el mes de abril, resultando en un incremento anual (a/a) de 8.3%. Esta cifra constituye la primera disminución tras 8 meses consecutivos de alza, pues en agosto de 2021 el indicador registró 5.3% y de ahí paso a un máximo de 8.5% en marzo de 2022. De esta manera, crece la esperanza de que el actual periodo de presiones haya alcanzado su pico el mes pasado, aunque todavía no hay señales claras de que este sea un punto de quiebre para el problema inflacionario. De hecho, el avance de los precios fue mayor a lo esperado, pues el consenso mantenía un pronóstico de 8.1% para el cuarto mes del año y a tasa mensual, se esperaba que la inflación fuera de 0.2% contra el resultado de 0.3%. Así, el reporte ha contribuido a propagar cierto pesimismo durante la apertura de los mercados y se refuerza la noción de que la Fed tendrá que incrementar al menos 50 puntos base en su reunión de junio.
El resultado refleja en gran medida el retroceso de los combustibles en 6.1% mensual
Parte de la confusión que han generado los datos de este mes se debe a que la disminución en la inflación surgió a partir de la caída de los precios de los combustibles (-6.1% m/m), que en febrero y marzo se dispararon ante el nerviosismo provocado por la invasión rusa a Ucrania, pero no se aprecia una mejora generalizada en el comportamiento de otros bienes y servicios. Por el contrario, rubros como los alimentos mantuvieron una tasa mensual similar a la de los meses previos y en su comparativo anual (9.4%) siguen siendo los más altos desde 1981.
La inflación subyacente alcanzó un nivel de 6.2% frente a 6.0% estimado
La misma dinámica prevaleció para la inflación subyacente, que creció 0.6% mensual frente a una expectativa de 0.4% y 6.2% anual frente a una expectativa de 6.0%. Incluso, el dato mensual fue desconcertante porque fue el más alto de los últimos 3 meses y el doble del 0.3% de marzo, lo que da pocas ilusiones de que los factores fundamentales que han alimentado al rápido avance de los precios hayan comenzado a disiparse. Al interior, resaltó el avance de los servicios con +0.7% m/m, lo que está relacionado a la reactivación de las actividades turísticas.
Rumbo Económico
La inflación en EUA y el mundo sigue siendo un reto mayúsculo y aunque en los próximos meses la desaparición de bases de comparación adversas favorecerá una disminución en las tasas anuales, los mercados aún no están convencidos de que los precios regresarán a comportarse con normalidad. Así, las principales variables financieras seguirán padeciendo de un ambiente de aversión al riesgo, ante los cambios bruscos que se requerirán de la política monetaria. Tras la publicación del dato el peso mexicano se ha mantenido volátil entre los $20.25 y los $20.45.
