Pues no, tampoco a la tercera fue la vencida. Por tercer día consecutivo, Wall Street abrió con subidas. Y por tercer día, el S&P 500tocó el nivel más alto de su historia a lo largo de la jornada: el lunes, el máximo intradía fueron los 2,006.12 pts; el martes los 2,009.28 pts; y hoy los 2,011.17 pts. Cada día ha subido más alto, a nuevos niveles récord. Pero ningún día logró conservar las ganancias iniciales. Es más, cuanto más se eleva, más cae después. Hoy el día parecía propicio, sobre todo por el anuncio de bajada de tasas del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, aunque huvo rally en Europa, aunque también los mercados emergentes treparon, Wall Street se fue para abajo, en un síntoma de clara fatiga de este rally: los inversionistas quizás crean que este rally fue demasiado lejos, y prefieren buscar oportunidades de compra en otros mercados en vez de en Wall Street.
Al cierre de la sesión, el Dow 30 perdía un 0.05% para acabar en los 17,069.58 pts en tanto el Nasdaq retrocedía un 0.22% para concluir en los 4,562.29 pts. El S&P’s 500 descendía un 0.15% y terminaba en los 1,997.65 pts.
Al igual que el lunes, parte de la culpa de que Wall Street no saliera para adelante hay que achacársela al sector energético. El barril del WTI bajó un 1.0% a 94.56 dólares y el del Brent un 0.9% a 101.87 dólares. En consecuencia, el sector energético se hundió en la jornada un 1.4%, siendo con mucho el peor de la jornada, con Chevron y Exxon Mobil Corp (NYSE:XOM), las dos petroleras del Dow, perdiendo un 0.8% cada una. Entre las ganadoras, el que más avanzó fue el de consumo de servicios, que ascendió un 0.3%.
Las noticias económicas también fueron buenas: tanto los subsidios de desempleo como el pronóstico de ADP para la nómina privada hace pensar que la nómina no agrícola que se publica mañana vendrá por encima de los 200,000 trabajadores. La productividad creció u 2.5% en el segundo trimestre, por lo que los costos laborales unitarios permanecen deprimidos. Y el ISM del sector servicios sorprendió con una lectura mucho más alta de lo previsto, lo mismo que pasó con el ISM manufacturero.
Para mañana, la atención estará puesta en el dato de empleo, pues puede dictar en buena medida el rumbo futuro de la política monetaria, sobre todo dictar cuándo la Fed puede empezar a subir tasas. El consenso espera que la nómina no agrícola aumente en màs de 22,000, lo que implicaría el séptimo mes consecutivo, desde febrero, que la nómina mensual se incrementa en màs de 200,000 trabajadores. La tasa de desempleo se espera que descienda una décima a 6.1%. No se lo pierdan.