La Reserva Federal de Estados Unidos inició la semana pasada un ciclo de rebaja de las tasas de interés tras considerar que la inflación se acerca al objetivo de estabilidad de precios del 2%. El presidente del banco central, Jerome Powell, considera que los riesgos están equilibrados para el logro de su doble mandato: máximo de empleo y estabilidad de precios. También fueron noticia el hecho que el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra mantuvieran sin cambios su tasa de interés de referencia. En México, lo más relevante fue que la actividad económica pudo haber cobrado algo de impulso durante agosto, aunque con variaciones positivas todavía modestas.
En línea con lo que el mercado de futuros anticipaba, la autoridad monetaria estadounidense recortó en 50 puntos base su tasa de interés de referencia, para dejarla en el rango de 4.75% - 5.00%. La decisión no fue unánime, al haber un voto disidente, el de la gobernadora Michelle Bowman quien votó por una baja de 25pbs.
La disposición de recortar medio punto sugiere que la Fed se ha acomodado a la idea de que las tendencias a la baja de la inflación son sostenibles y ahora puede estar cambiando su enfoque para evitar causar estrés económico al mantener las tasas demasiado altas durante demasiado tiempo.
Powell se inclina por un recorte de medio punto, pero no lo justifica por miedo a la recesión. Con ello, ha evitado dejarse llevar por quienes advertían que, de tomar esta medida, asustaría al mercado dado que transmitiría el mensaje de que hay una amenaza real de recesión. Al contrario, parece que el movimiento de los mercados tras la decisión descuenta que la medida ayudará a guiar a la economía de EUA hacia un aterrizaje suave.
La Reserva Federal ha anticipado más recortes, aunque a un ritmo más lento en el futuro. En su nuevo diagrama de puntos (dot plot) pronostican 50pbs adicionales para lo que resta del año y 100pbs para el 2025. Estas previsiones de recortes son menores a las que actualmente los operadores contemplan en el mercado de futuros de tasas.
La decisión de la autoridad estadounidense, a pesar de no haber estado aun plenamente descontada, no ha generado un rally positivo importante en la moneda mexicana quizá porque las previsiones del mercado todavía contemplan una tasa menor para finales de año de lo que la Fed estimó en su nuevo dot-plot.
Por otro lado, el Banco de Inglaterra (BoE) considera que la política monetaria tiene que seguir siendo restrictiva y ha decidido mantener en el 5% la tasa de interés de referencia, cumpliendo con las estimaciones. Considera que, en ausencia de novedades importantes, sigue siendo adecuado adoptar un enfoque gradual para eliminar las restricciones de la política monetaria. La pausa viene después de que el organismo decidiera en agosto llevar a cabo un recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos, lo que supuso la primera bajada desde 2020.
Por su parte, el banco central de Japón (BoJ) cumplió con los pronósticos y mantuvo sin cambios su tasa de interés, tras los incrementos que la entidad aplicó el pasado marzo y en julio. Sin embargo, el tono del comunicado fue hawkish en el sentido de que el proceso de subida de tasas no se detiene, pero con el gobernador Ueda comentando que podrían tomarse algo de tiempo para decidir qué hacer con la política monetaria, por lo que un nuevo aumento en tasas podría posponerse hasta el encuentro de diciembre.
El precio internacional del petróleo estuvo volátil, en medio de crecientes preocupaciones sobre la demanda china, el aumento de las hostilidades en Medio Oriente, las consecuencias del huracán Francine y la decisión de la Fed. La referencia WTI regresó a niveles por arriba de los 70 dólares por barril.
En México, de acuerdo con su indicador oportuno, la actividad económica se habría expandido 0.3% mensual en agosto, un ritmo superior al 0.1% estimado para julio. Así, la tasa anual alcanzaría el 1.1%. Con ello, de confirmarse estos crecimientos, la economía del país creció 1.54% en el acumulado de los primeros ocho meses del año.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Los mercados estarán atentos a la cifra final del PIB en EUA del segundo trimestre y al indicador de precios PCE.
Adicionalmente, en EUA se publicará: de agosto, índice de actividad nacional de la FED de Chicago, ventas de casas nuevas, órdenes de bienes duraderos, ventas pendientes de casas, ingreso y gasto personal; de septiembre, índice de confianza del consumidor del Conference Board, índice manufacturero de la FED de Richmond y sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá dato de PMI manufacturero, servicios y compuesto, confianza del consumidor y económica de septiembre. En Alemania, índice de clima de negocios del grupo IFO de septiembre.
En México, habrá reunión de política monetaria por parte de Banxico; ventas al menudeo e IGAE de julio; balanza comercial de agosto y la inflación de la primera quincena de septiembre.
Expectativa para el Tipo de cambio
El mercado cambiario mexicano seguirá asimilando las recientes decisiones de los bancos centrales a nivel mundial. El indicador de inflación favorito de la Reserva Federal estadounidense, el PCE, mostrará si la presión sobre los precios ha seguido moderándose a pesar de que la Fed ha empezado por fin a abandonar la política monetaria restrictiva. Por su parte, las cifras PMI alrededor del mundo permitirán evaluar la salud de la economía global, lo que incide sobre el sentimiento de aversión al riesgo entre operadores. Localmente, la atención está puesta en lo que hará Banxico, con fuerte división entre inversionistas sobre si anunciará un recorte de 25pbs o 50pbs. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $19.05 y $19.65 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un retroceso; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario podría moverse entre 9.0% – 9.40%.