Recién concluyó la reunión de política monetaria de la FED. La autoridad en EUA decidió mantener sin cambios las tasas de interés en el rango de 0.0% - 0.25% y así seguirá por lo menos hasta el 2023 (aunque cuatro funcionarios del Comité consideran que podría haber un aumento de tasas en 2023), para ayudar a la economía estadounidense a recuperarse de la pandemia de coronavirus.
El comunicado de prensa refleja el nuevo marco de políticas a largo plazo del banco central anunciado a finales de agosto en la conferencia de política anual de Jackson Hole, al decidir mantener una política monetaria acomodaticia hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con el mandato del comité de alcanzar el máximo empleo y la inflación haya alcanzado el 2% y esté en camino de exceder esa tasa por algún tiempo.
En las previsiones económicas remitidas junto al comunicado, la FED apunta a que la inflación no alcanzará el 2% sino hasta 2023. Apunta además a una contracción de la economía estadounidense del 3.7% en 2020 (caída menor a la estimación previa que era de -6.5%) y un rebote de 4.0% en 2021 (menor a la expansión de 5.0% pronosticada en junio).
La votación fue dividida (8-2), con los presidentes de la FED de Dallas, Robert Kaplan, y de Minneapolis, Neel Kashkari, votando en contra (preferían utilizar otro lenguaje en el comunicado respecto a la inflación).
La reacción inicial de los mercados financieros es positiva, al mostrar un tono de la FED más propensa a mayores estímulos monetarios. En el caso particular del peso mexicano se aprecia hacia $20.95 spot (ayer cerró alrededor de $21.10).